El canto es una de las manifestaciones humanas que simboliza la diferencia con las otras especies que pueblan la tierra.

Se acabó la celebración de las fiestas patrias y el mes de agosto camina junto con  nosotros rumbo indetenible al fin de año.

La soberbia  es un problema conductual que lleva a la persona a los más profundos confines del aislamiento  por su petulancia y pedantería que reflejan la  despersonalización del ser.

El hombre común y corriente mira atónito el acontecer diario a nivel país, donde ocurren  una serie de determinaciones que no van de acuerdo con la realidad nacional.  

La juventud se constituye en una esperanza de un mañana mejor, cuando es consciente que su aliado para trascender en un mundo competitivo, es el conocimiento actualizado.

La acción de vivir para gozar y morir para descansar; no es tan fácil como a simple vista parece en el tránsito entre el nacer y fenecer.

A nuestro alrededor ocurre toda una  película que parece de ficción y que jamás acabará porque es la existencia misma.

Para quien ansía  el éxito, no hay nada más aterrador que  levantarse diariamente, después de un sueño reparador, a realizar la misma rutina de siempre, que ya la sabe de memoria en la cual no hay derroteros ni  esperanzas de cambio, ni indicios de otros vientos.

El hombre por ser una completa unidad pensante, tiene una gran gama de expresiones que se dan a conocer a través de los sentimientos, expresiones verbales, escritos gestos, etc.

Una de las tantas causas por la cual la juventud estudiosa no aprende con facilidad conceptos de fácil esencia es porque le han perdido la fe a sus maestros.

La desatención que existe en las dependencias públicas por parte de ciertas personas, se viene convirtiendo en un mal que no tiene cuando acabar  en nuestra patria roja y blanca.

El Hombre por ser única especie pensante sobre la faz de la tierra, es necesario que se porte tal como es, o sea que sus actitudes sea el vivo reflejo de su alma.