En un mundo tan competitivo como el nuestro, en un ambiente de crisis agobiante como el que nos golpea a diario; dejar que pasen desapercibidas las ideas innovativas del talento nacional, es una acción que no tiene nombre en vista que pregonan  a cada instante los adalides del desarrollo, la famosa frase ¡Hay que ser creativos!.

Justamente el talento maravilloso existe en nuestro suelo rojo y blanco y gracias a DIOS  aflora libremente a cada instante, ya que la misma incomodidad intelectual, cultural y material en que se vive, origina que algunas  mentes pensantes( no todas) visualicen una ventana de salida hacia la claridad de las realizaciones humanas y la vida pueda retomar el camino hacia el bienestar general en base al conocimiento total. Pero ¿Se está teniendo en cuenta los proyectos de innovación y se está aplicando en todo su dimensión en los sectores donde corresponde? o simplemente se confeccionan pero no se ejecutan. Se vive de la gloria de hacer, de ganar  pero no de ejecutarlo y aunque parezca mentira; alrededor de esta noble tarea  de esquemas novedosos, estrategias originales y de punta. Si se hubiera puesto en marcha de manera franciscana y venciendo miles de trabas, se nota que    se ha formado todo un circo de novedades e improvisaciones incoherentes en su entorno, por la que  los resultados no son aparentes por su ineficaz aplicación o porque simplemente se les deja de lado con el cuento de toda la vida y término denigrante ¡ No hay presupuestos!

Da la impresión que hay personas que por nada les gusta las ideas de transformación mental o cambio de los esquemas rutinarios y avanzar por nuevos senderos en busca de mejores  metas en base a la mente creativa. Si no se le da la debida importancia a los nuevos vientos que empiezan a soplar sobre el suelo peruano y se sigue defendiendo y utilizando viejos protocolos en los sectores productivos de la patria, se está condenando a la inercia el futuro peruano que puede ser promisorio si se hace caso a los nuevos paladines del talento humano, a la fresca intelectualidad que hoy aflora por doquier. Todo cambio da resultado cuando tiende a realizarse sobre nuevas basamentos culturales y sociales  de huella comprobada. Nada puede permanecer estático como si fuese eterna la mediocridad. Si no hay un cambio de mentalidad en todos los peruanos, la mayoría que hoy tienen la dicha de trabajar bien o medianamente, sino se suben al carro de la modernidad; dentro de 10 años serán piezas de museo porque sus conocimiento serán mínimos en relación con toda una juventud que viene egresando con sabiduría nueva y sería un delito que no se le de una oportunidad laboral por seguir manteniendo a personas desfasadas en el tiempo y el espacio. La forma de trabajar para subsistir sin pensar en marchar de acuerdo con los adelantos técnicos y científicos puede ser la tumba de muchos que están enquistados en los puestos de trabajo pero que no son creadores sino simplemente consumidores de lo poco o nada que tiene la patria. No es una voz alarmista sino basada en la realidad y la verdad que son las únicas armas optimistas  para forjar el nuevo Perú que todos queremos.