AL DEFENSOR DE FALSÍAS

Alabar si no merece
no es que certeza ha perdido
a su imagen la engrandece
por apoyo recibido.
 

Ajeno a la realidad
a lo malo arroja flores
y a lo que en si son errores
aplaude el rumbo tomado.
Felicita el sesgo dado
pero el entorno padece
la crítica reverdece
generando desazón,
hay poderosa razón
alabar si no merece.
II
Esta caldeado el ambiente
por oscuras decisiones
más el defensor de acciones
da su elogio al decadente.
Lo considera excelente
le da loores al perdido
y como ya es conocido
que a lo real siempre desdice,
por eso si contradice
no es que certeza ha perdido.
III
El yerro lo justifica
glorificando al causante
dándole umbral de brillante
y su actitud presto explica.
Al resto lo mortifica
pues de verdad adolece
pero ante el caos se crece
opinando sin sentido,
por ser un favorecido
a su imagen lo engrandece.
IV
Lo que de lejos se nota
para él es lo perfecto
más se conoce el defecto
y su mentira rebota.
Su verbo oscuro reflota
pues su interés es sabido
de inmediato es percibido
ser de cinismo dotado,
al riesgo está acostumbrado
por apoyo recibido.
V
Ante el aprovechamiento
que se imponga la cordura
y el que todo configura
ya no cause más tormento.
Aceptar, si no hay cimiento
es limitado efectivo
más si no hay el correctivo
no camuflar la eminencia,
nunca se llama excelencia
al que es nada creativo.

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