Al caminar pensativa
meditando en soledad
quiero darte luz votiva
de mi infinita bondad.
En tu ser no hay el verano
ni primavera sutil
se ha apagado tu candil
que alumbraba desde el llano.
No da fuego en primer plano
dándote ruta efectiva
la placidez no motiva
por eso ansío abrazarte,
más de alegría llenarte
al caminar pensativa.
II
Un jolgorio de colores
de tu imagen no hay el brillo
por tu horizonte sencillo
solo hay mínimos candores.
En el haz de tus furores
luces tierna humanidad
y al elevarse bondad
ajeno a la fe encendida,
solo transcurre tu vida
meditando en soledad.
III
Te acompaña la penumbra
en tus momentos de hastío
más muy lejos del vacío
su señorío deslumbra.
Tu pensamiento se encumbra
pero el cambio no motiva
si tu real expectativa
debe ser de mil empeños,
que en tu camino de sueños
quiero darte luz votiva.
IV
Te busco en el tedio oscuro
entre días de tristeza
y tu grata sutileza
va ajena de afecto puro.
Tu sendero se hace duro
muy cerca a la adversidad
por fiel impetuosidad
voy que ilumino tu frente
para que seas la fuente
de mi infinita bondad.
V
No se destruye tu norte
solo hay inercia parcial
y en tu esencia matinal
fluido nunca es tu aporte.
Desbordante no es tu norte
te agobia el padecimiento
ante el desvanecimiento
de la paz te doy vertiente
despejando de tu mente
el opaco sentimiento.
V
Por eso borrar ansío
de tu entraña gris encono
a tu espacio darle tono
con espíritu bravío.
Despertar sublime brío
bajo tu sendero afín
más que reine en el confín
tu más celebrado anhelo,
construyéndote otro cielo
para tu dicha sin fin.
