Entre afecto y la grandeza
al ser en la unión primero
sí más prima la grandeza
el amor no es verdadero.
De toda pareja es fin
lograr la felicidad
en base a mutua bondad
el lazo se torna afín.
Si hay ternura en el confín
con desprendida realeza
la relación va firmeza
tras comunión de valía,
habiendo real cercanía
entre afecto y la grandeza.
II
Si enriquecerse es la meta
como único objetivo
espacio no hay asertivo
para idílica faceta.
Por nada si se respeta
un arrullo placentero
el cariño al ir postrero
no hay romántico atenuante,
cuando el oro es importante
al ser en la unión primero.
III
Viéndose comodidades
en lugar de la armonía
el espacio de ambrosía
va perdiendo cualidades.
Al no valorar bondades
ni el albor de sutileza
no hay en conyugues realeza
de compañía sin par,
es cual negocio el hogar
sí más prima la grandeza
IV
Habiendo instante amoroso
hay calidez en el alma
que el lujo daría calma
sin espíritu gozoso.
Siendo el trato generoso
da un horizonte certero
y si más es el dinero
puede crearse un revés,
pues si mutuo hay interés
el amor no es verdadero
V
Es la norma general
que en familia haya de todo
pero no cambiar de modo
por el lucro en especial.
Sin suntuosidad total
edificar el futuro
despejando el lado oscuro
tras fe comunicativa,
dando una luz positiva
las caricias de amor puro.
