Las personas que han tenido una muy buena formación en el hogar, gozan de la capacidad de realización dentro de la ecuanimidad, mesura y hacer el bien común.
Más, si no creció entre valores humanos, si se educa, así sea una eminencia, tiene la tendencia al egoísmo, la pedantería y la corrupción. Más aún si forma un hogar siempre lo hace con una persona de igual condición porque las malas costumbres se atraen. Por eso es que hay personas que parece que van en competencia con el tiempo y quieren tener todo de golpe así sea delinquiendo. Mientras que otros con la calma del caso, van poco a poco cimentando su existencia y logran la consagración total sin la prisa incoherente del que en todo va insatisfecho. Por eso hay seres, que trabajan de lo sea, luego se profesionalizan pero no desempeñan la carrera y están a la mira de buscar otros trabajos donde se gana más solamente y no importa si llegan a la sumisión y el servilismo. Más cuando ocupan un puesto relevante y tienen personal a su cargo, demuestran su verdadera calaña. Acosan sexualmente a la que le interesa, o le piden favores. Tratan de compartir el sueldo de los subordinados y otras perlas más que son de conocimiento público porque no es ninguna novedad. Hay otros dentro de esta misma calificación que teniendo su carrera, quieren obtener los títulos y grados habidos y por haber pero en ninguno sobresalen. Es que no lo obtienen con el estudio a conciencia sino de turbias maneras, por la cual no son los sabios como se pintan. Siendo solo especialistas en formar cofradías para beneficiarse de buenos sueldos, acomodar a sus allegados y familiares a costa de la inocencia del pueblo y haciendo inversiones oscuras que lindan con la ley, pero la pasan de honestos e inclusive llegan a ser autoridades porque el dinero puede todo. A nadie habrá de herir lo que digo, porque cada cual muy bien que es lo que hace. Hay honrosas excepciones que son lo contrario a lo que comento, pero un gran número encaja dentro de lo que opino en voz alta y se puede comprobar con creces mirando el panorama nacional. En el orbe rojo y blanco el verdadero talento si no gana poco es un desocupado. El que tiene amigos, ovaciona algún político de turno, alaba sin base al que autodenomina de líder tiene todas las oportunidades del mundo para sobresalir en este espacio desigual. Por eso es que una gran mayoría se apega al poderoso y bajo su sombra vive cómodamente bien. Mientras que el justo trabajador sobrevive a duras penas por los mercaderes del crecimiento y desarrollo que acaparan todos los caminos hacia el progreso personal. Mientras que un grupo mayoritario labora pacientemente en aras de cumplir con su hogar, un grupo minoritario pero pudiente sólo piensa en lucra hasta cuando duerme así sea un infierno la forma en que vive. Mas como nada es eterno y todo tiene su final, el tiempo y la providencia son los claros jueces sancionan los desaciertos. Mientras tanto siguen los amarres para tener mayor dominio y una de las razones por la cual el Perú esta como estamos y tiene para rato por la codicia de los que cantan el himno nacional con aparente patriotismo y juran servirla fielmente pero lo que más le importa es el caudal de sus bolsillos así sea atropellando a sus mismos hermanos de raza y sangre.