Oh Nazareno divino
por tu infinito poder
enséñanos el camino
para un nuevo amanecer.
Venerable Redentor
de tu fuerza espiritual
al mundo dale un sitial
donde reine el esplendor.
Con tu fértil resplandor
que haya un norte cristalino
y con afecto genuino
cada cual luzca valía,
prodígale tu armonía
Oh Nazareno divino.
II
Que ya no haya el ambicioso
más que cambie si lo hubiera
tras su lucha verdadera
se demuestre generoso.
Un baluarte majestuoso
brindando luz por doquier
y muy ajeno al placer
con hidalguía remonte,
disponiéndole horizonte
por tu infinito poder.
III
Cambia de todos la mente
generando producción
y su moderna visión
innove toda vertiente.
Emane su leal torrente
por encima del cretino
floreciendo su destino
en pos de fiel hermandad,
más con tu noble bondad
enséñanos el camino.
IV
Cálmale su ira del necio
que baje su ego el pedante
y ya no exista el farsante
sí a todo le pone un precio.
En el ser no haya el desprecio
más con la fuerza de ayer
despeja el anochecer
de la más frágil conciencia,
vislumbrándole una esencia
para un nuevo amanecer.
V
Acabe ya el interés
por desmedida grandeza
sí compartiendo riqueza
se soluciona el revés.
El éxito no más es
construir un orbe puro
y el paso no se haga duro
para la renovación,
bajo tu orientación
que se diseñe el futuro.
VI
Al que ostenta la corona
ilumínale su entraña
más de lo ajeno con saña
no ser quien se posesiona.
Más bien sea el que razona
buscando realización
y si denota ambición
conviértelo en solidario,
por eso bríndale a diario
tu más santa bendición.
2014-10-17
