Al merecerse el honor
Por su infinita bondad
No todo es felicidad
¡EN EL ADULTO MAYOR!
Al llegar la senectud
Después de misión cumplida
No falta quien dilapida
Al que es fuente de virtud.
Si por gozar de aptitud
Es cual noria de candor
Que irradia sutil furor
Por su experiencia total,
Y hay que darle un buen sitial
AL MERECERSE EL HONOR.
II
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Lo agobia la soledad
Si no tiene compañía
Y su ruta se hace impía
Por su visible orfandad.
A veces por caridad
Se le ofrece el esplendor
Más por vano resplandor
Padece cual vil condena,
Y no siempre hay dicha plena
¡EN EL ADULTO MAYOR!
V
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Si resulta incomprendida
Sus genuinas opiniones
Se critica sus acciones
aunque es ejemplo de vida.
Su vivencia consolida
Una auténtica verdad
Que a veces la sociedad
Lo considera obsoleto,
Si es muy digno respeto
POR SU INFINITA BONDAD.
III
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Por los años ya vividos
A veces pierde la calma
Pero hay que amarlo del alma
entre afectos desprendidos.
Con más de cinco sentidos
Darle senda a sus andares
Y con el cariño a mares
Prodigarle complacencia,
Si es que existe la inconciencia
EN LOS MISMOS FAMILIARES.
V
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Como a la etapa moderna
No le encuentra la razón
Le origina desazón
Por no ser nada fraterna.
Por eso busca la eterna
Aurora de calidad
ansiando fraternidad
En ambiente solidario,
Y así digan lo contrario
NO TODO ES FELICIDAD.
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Ante alguna enfermedad
Apoyar su curación
Y con toda devoción
Que active su realidad.
Acepte su gran verdad
Pues de la casa es tesoro
Y que viva con decoro
Por ser joya de valía,
Y entre aureolas de armonía
¡DISFRUTE SUS AÑOS DE ORO!
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2014-09-28
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