LOS FRUTOS DE LA NATURA SON EL DIVINO HORIZONTE DE LA HUMANIDAD SI HAY SOLIDARIDAD EN LA OFRENDA DE BONDADES.
Significa que los derechos que tiene el pueblo son sagrados y lo estipulan las normas vigentes. En este sentido, si alguien se atreve a mancillarlos, simplemente porque tiene el momentáneo poder en la mano, es un craso error que la historia lo condenará por su increíble ignominia. Se demuestra que el oportunismo, la falta de conciencia, el protagonismo y el egoísmo, son las peores lacras de la sociedad y que si las utiliza el partido gobernante los resultados son nefastos para las grandes mayorías porque se le quita peso a la justicia. Ante estos desaciertos, el pueblo se ve obligado a utilizar la violencia o llegar a situaciones extremas con el fin de defender su heredad. Claro que para los que tienen el mando, esta actitud se le toma como rebeldía y se les acusa de extremismo. De cuando acá, reclamar lo que les corresponde por ley, se le llama subversión. Es inaudito lo que ocurre en los momentos actuales. Deja el sabor amargo de la improvisación en los labios y no tiene cuando acabar esta horrible novela que más parece pesadilla que un problema social por el escaso interés de darle luz verde a la situación. Actas sobre actas, viajes, consultas, reuniones y no se llega a nada, simplemente por hacer honor a una vana prepotencia que más parece incapacidad o excesiva egolatría de no dar su brazo a torcer por la sencilla razón que son padres de la patria. En realidad que con estos acontecimientos que vienen ocurriendo, no solamente en la región sino a nivel nacional, está quedando al desnudo una gran verdad. Ni la experiencia ni los altos grados académicos, las lujosas bandas, los cetros de oro, los sillones dorados, son capaces de dar luz a la oscuridad de la noche cuando no hay un concepto claro de humanidad y de servicio en el ser. Más vale el partidarismo, el afán de perpetuarse en el cargo, el abuso como si el que reclama es un delincuente, el mutismo vergonzante de los allegados del gobierno; deja una ingrata estela de incertidumbre que está muy lejos de la equidad y el parecer común. Por supuesto que los defensores de lo indefendible van a salir con voz dominante y gritarán a los cuatro vientos que no es una equivocación, sino una muy buena y acertada posición gubernamental, pero está visible la lentitud resolutiva de los que están a cargo de ponerle bandera blanca a la controversia originada solamente por desconocimiento del suceso. Se está actuando como si viviéramos entre enemigos y que es una injusta petición a la que no se tiene razón y para el colmo de los males, dan una salida muy lejos de ser un resultado ecuánime, que en lugar de arreglar las cosas, acrecienta el descontento y se pone grave el asunto. ¿Este es el país que según se dice va camino al desarrollo y que está atravesando por momentos de bonanza económica? De promesas y sueños no se vive, ni mucho menos de mentiras Cada cual se merece un respeto y en honor a esa premisa, se debe diseñar el camino a la concordia y no seguir insistiendo en los más descabellados acuerdos que no le hacen bien a ninguna de las partes. El pueblo jamás se va a olvidar de esta vil incongruencia y deben tener en cuenta que las políticas erradas se van al abismo con todo su equipo de eminencias cuando no cumplen con su principal objetivo que es el de dar bienestar general a la población. El desinterés la desfachatez, la ingratitud y la indiferencia no tienen pena de cárcel, pero si vivirán eternamente tras los barrotes del desprecio por hacer daño a un pueblo que marcha en vías de progreso y que por su cultura, historia y tradición, no merece el trato que se le viene dando por la ineptitud de un grupo que vive desfasado en el tiempo y el espacio y al estar ciegos de ambición se van a quedar cargando la cadena perpetua del olvido.