HACIA EL OSCURO MAÑANA

La verdad que todo el mundo se pregunta ante la monotonía de todos los días.

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¿Es posible vivir como estamos y que no tenga fin el padecimiento poblacional? Es que todos saben el mal que se padece. Las mentes iluminadas por la sabiduría, esbozan fórmulas maravillosas  que en un tiempo no muy lejano ya no seria este suelo una masa inerte, sino un país de promisiones. Los gobernantes de turno entre promesa y realizaciones, tratan de orientar el rumbo de la nave hacia buen puerto.  Un grupo de honorables ciudadanos, anda detrás de los que manejan las riendas de la ciudad, para negociar sus libertades personales, conciencia y honor a cambio de dadivas que en sus manos es como si recibieran fuego a cambio de su silencio. Los serviles de todos los tiempos, bien afianzados a la sombra del poder, sonríen de oreja a oreja porque tiene asegurado unos cuantos años sus ingresos económicos por su fidelidad y sumisión. Las madres de las zonas donde se padece extrema pobreza, diariamente hacen milagros para conseguir el pan de cada día y alimentar a su prole. Un grupo de héroes de la paz, con más entusiasmos y  sueños que Ciencia y Tecnología,  hacen lo imposible para llegar al gobierno con bombos y platillos aunque al final sea un debut y despedida como siempre ha sucedido.  El pueblo desocupado pide a gritos una oportunidad de trabajo. Los que tienen un trabajo estable se la pasan renegando por sus bajas remuneraciones pero nada hacen por actualizar sus conocimientos para enfrentar el reto de la modernidad. La juventud que estudia en Pedagógicos, Tecnológicos ve con profunda tristeza, como se van esfumando las pocas esperanzas de encontrar un puesto de trabajo aparente, a su grado de preparación una vez concluidos sus estudios. Los universitarios de igual forma en vista que hay carreras que ya están saturadas por la que estudiar para trabajar se torna en una utopía  en ciertos casos, aunque parezca mentira. Los que ya cumplieron su ciclo vital, amparados a su suerte, ven con nostalgia cómo se van los días y acrecientan sus penurias por que se les hace muy difícil vivir en la orfandad y abandono premeditado. Los que tienen habilidades innatas, caminan confiados en sus atributos y la providencia, y no creen en  los que juran ante la Biblia augurando un mundo mejor.  Más como siempre ocurre en estos casos, finalmente se reza  a DIOS, en vista que en todo el universo, ya no hay a dónde recurrir por una solución y todos puedan llevar una vida normal que como humanos les corresponde.
Esta realidad nacional me lleva a una meditación y ¿cuando se va a acabar toda esta vía crucis y  se va lograr la senda del crecimiento y desarrollo total? ¿Se acabará esta generación y vendrá otra y se seguirá con el mismo dilema? Hay que tomar medidas radicales para el cambio de inmediato, convocando a los mejores profesionales  del orbe, que tengan que ver con el arte ciencia y cultura y dejar de lado las banderas políticas y que el único color que nos motive sea el rojo y blanco que identifica a nuestro Perú; mediante una revolución mental. Todos los hombres  jóvenes y con experiencia que hayan demostrado probidad  a través de su existencia, sean los llamados a dirigir el futuro de la patria. Los convenidos de toda la vida, los que sólo trabajan por un sueldo y le importa un bledo la institución,  los enfermos de egolatría, que se alineen porque el logro del bienestar general es tarea de todos. Solo así no se seguirá criticando a las autoridades actuales y ni mucho menos se repetirá la frase célebre de resignación” Ojala que el  próximo gobierno sea mejor”.
 

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