Hay personas que empiezan con denodado furor en el arte integral, en un oficio.
Desarrollan alguna habilidad y luego se plantan para siempre o lo realizan esporádicamente. Esto se ha hecho casi una regla general, pero ¿que realmente sucede? Las causas pueden ser las siguientes: No había las facilidades para cristalizar sus proyectos, que no tenían una vocación verdadera para realizar tal o cual actividad. Sus parejas no le gustaba lo que hacían, se dejaron convencer y se dedicaron a realizar acciones en la cual los dos estaban de acuerdo. Según mi punto de vista, me parece que esta opción que se queda trunca no es la mejor forma de encararla. Aquel que tiene una cualidad de la forma que fuere, debe seguir por ese camino, porque no sería nada raro que haya tras esa persona haya un gran artista, artesano en potencia y por no saberse valorar, se queda en el olvido. La persona que tiene esas virtudes, más bien debe recibir apoyo de todas las instituciones que tienen que ver con el desarrollo cultural de las sociedades. De ninguna manera darle las espaldas. Al contrario tratar de la mejor forma de abrirles el camino hacia su consagración que será en beneficio de la misma comunidad. Cada región se caracteriza por sus valores innatos y justamente ellos son los olvidados y por esta razón son los que casi o nada de ayuda reciben. Más bien son marginados en el mercado laboral donde da la impresión que más peso tiene mostrar afinidad partidaria de la boca para afuera aunque sea, que las bondades genuinas de los individuos. Por esa orfandad que sufren algunos valores y que viven en la oscuridad y de manera casi anónima avanzan, dejando huellas; ya es tiempo que se les acoja y se le coloque en el sitial que se merece y tengan una oportunidad de brindar sus frutos a quien mas lo necesita y de paso tenga unas forma digna de vivir como le corresponde. Si ocurre que se les deja a la deriva, se dedicarán a otros menesteres y los pueblos serán fríos, inertes, sin alma, porque falta la voz sonora y la presencia impactante de seres cuya algarabía les brota de lo más profundo de sus entrañas divinales. No permitamos que se apague el canto de los auténticos trovadores consagrados por el pueblo. No dejemos que no se escuche la instrumentación musical de manos prodigiosas que son capaces de arrancarle hermosos trinos a su lira compañera. No se puede menospreciar el pincel brujo de un pintor, aquellas personas que le dan vida a la piedra, al barro, a la madera, al metal. Si no hubiera esa belleza en el mundo, esta vida no sería vida porque carecería del encanto que nace cuando son creadas en las fuentes espirituales de los elegidos por la providencia. Lo que se piensa en la mente y se realiza con el corazón, tiene la imagen de un nuevo ser que viene al mundo causando sensación por la pureza que encierra. La silueta sin igual o la imagen que trasmite o irradia, deja la sensación que hay mucho por descubrir y despierta con fuerza las ansias de vivir en aras de más sensaciones que no faltan por que la inventiva humana no tiene límites, es una cantera inacabable de variadas formas de creatividad. En vista que hay seres que son capaces de tocar las nubes con las manos por su capacidad de transformación, significa que aún hay mucho por descubrir y eso despierta en cada ser las ansias de mirar el mañana con esperanzas porque se nota de lejos que no estamos solos en el mundo. Siempre hay una fuerza extraña que nos impulsa a ser cada día mejores, por ser la verdadera misión de los hombres en la tierra.