Resulta agobiante la acción de trabajar a medias solamente para comer y al día siguiente estar a la espera de la bondad ajena para afrontar los problemas del presente o tener cualidades y aptitudes sobresalientes pero se deambula en busca de oportunidades laborales que cada vez se tornan más lejanas por la cruel competencia y porque más cabida tienen los que alzan en hombros a los que tienen  el poder.

En este desfase humano juega un rol preponderante la conciencia. Si no se le motiva hacia derroteros de calidad humana y con visión futurista, se le educa y se le encamina hacia el bien; la conducta humana camina a la deriva y es la causa principal de la mayoría de los yerros que impera en la sociedad actual. En este sentido la Universidad José Carlos Mariátegui contra todo lo que se diga, que de paso es una señal que se está avanzando a pasos agigantados, permite en la misma ciudad de Moquegua profesionalizarse al lado de  la incomparable compañía de los seres más queridos que es el núcleo hogareño lo que ya es un buen indicio para  el logro de ideales y la cima grandiosa que permite tocar el cielo con las manos. Esta  cercanía del centro superior de estudios universitarios, permite que no se rompa el lazo familiar que es la melodía íntima que permite a todo joven consolidar metas cerca al regazo inigualable de los padres. El tránsito de cambio desde el optimismo inicial hasta la realización personal, es un recorrido plegado de inconvenientes que muchas veces abaten al joven estudiante y lo desvía de la ruta del éxito. Es ahí donde el padre de familia, el maestro y la institución, con la experiencia que se tiene, trata de encauzar los efluvios juveniles del futuro baluarte de la patria y lograr que todo llegue a buen fin. En este sentido es una labor conjunta que parte  desde las mismas autoridades y se proyecta hacia todos los que tienen que ver con al mañana del país. Si bien es cierto que no hay fuentes de trabajo a la vista para tantos técnicos que egresan, más incierto sería el mañana si hubiera toda una masa humana sin conocimientos de avanzada que permite vislumbrar un mundo mejor. La acción de poseer el conocimiento de punta, es la mejor ventana que permite proyectarse hacia nortes de ventura con  muchas  posibilidades de triunfo porque tiene las cartas bajo la manga y no es ningún improvisado, de los que ponen barreras al verdadero intelecto. El saber es la llave del éxito para el que ansía dejar hitos en la historia de la patria. La adulación barata y desfasada, es la clave de triunfo del mediocre. La mentira es  el paso a la eternidad del falso líder. Por esta razón es muy importante activar nuestro autorecuerdo, la autobservación y el control del yo para rendir homenaje a la vida, al amor, a la sabiduría, la libertad y recibir la muerte como una paso al otro lado de la luz divina después de haber cumplido nuestra misión en la tierra con creces. He ahí la importancia de querer alcanzar un mejor nivel de vida a través del estudio y la transformación del espíritu  por medio del  arte integral. Aunque hay ciertas excepciones porque no todo el que reza se va al cielo; el logro de esta altura cognoscitiva predispone al hombre a vislumbrar nuevos horizontes de bienestar general de manera global y pleno de solidaridad. Todo esfuerzo tiene un premio estipulado en el discurrir de la vida que tarde o temprano da fruto para beneplácito de la persona y su entorno circundante y la sociedad en general. Para ello primero hay que hacer acopio del saber humano y  luego ser  sembrador de bondades en todo fértil corazón pero con la aureola de los grandes hombres que dan todo de sí y no ocultan nada porque están liberados de la mezquindad intelectual y no tienen ningún temor a ser superados. Es que aunque parezca irreal, se enseña para que el alumno sea superior al maestro y tenga visión universal