La juventud se constituye en una esperanza de un mañana mejor, cuando es consciente que su aliado para trascender en un mundo competitivo, es el conocimiento actualizado.
Los otros atractivos senderos que prometen el oro y el moro, no llevan ninguna parte al que quiere constituirse en protagonista de la historia de su pueblo. Si la persona cree que juventud es sinónimo de inmadurez, está empezando mal el largo camino hacia la victoria y todo lo que mal empieza mal termina. La formación moral se da en el hogar y la académica en los centros de estudios. Por lo tanto debe existir un nexo bien sólido entre ambos segmentos para llevar por buen camino al futuro promotor de prominencias. No pueden ir de ninguna manera cada uno por su lado si se quiere arribar a buen puerto. La realización personal de los seres humanos se va forjando por etapas y paso por paso desde que nace y solamente acaba dicha formación con la muerte. Si se piensa como ocurre comúnmente: al niño no se le debe dar responsabilidades de mucho estudio, ni hacerlo pensar por que aún es muy pequeño, al adolescente tampoco porque está ocupado en sus estudios, al joven menos porque está en la universidad y le dejan bastantes tareas, al adulto, ni pensarlo, porque esta ocupado en su trabajo. Entonces ¿Cuando la persona va a aprender?. Nunca se es menor ni mayor de edad para adquirir sapiencia. La edad no lo reflejan las arrugas del rostro ni el cabello cano, la verdadera edad reside en el corazón. Hay jóvenes que actúan como ancianos y hay ancianos que muestran un fulgor juvenil en todos sus actos. Cualquier fase de la existencia humana es buena para emprender sin mirar atrás por la ruta del éxito. Lo único que debe haber es el sincero deseo de consumar lo que se quiere hacer , la energía y tesón para vencer todo obstáculo, todo reto y pensar que nunca es tarde cuando hay un ser palpitante y lleno de euforia jovial y que es capaz de mirar hasta más allá de lo que no se ve con los ojos. En cada uno de nosotros se encuentra la fuente de nuestra propia realización. Para ello hay que saber a dónde se quiere llegar y con qué armas se cuenta y que es lo que nos falta para cumplir con nuestros objetivos. Si el hombre tiene compromisos muy bien definidos de cómo avanzar. La lucha por obtener sus logros será encarnizada pero saldrá victorioso porque a las finales siempre gana el que persiste en hacer suya la corona del triunfo total. En este tránsito hacia la gloria, hay que pisar tierra firme, está prohibido soñar porque de tanta imaginación, se puede tornar en una horrible pesadilla nuestro futuro, pues cuando se pierde la fuerza de voluntad, los desatinos se vuelven crónicos y toda enfermedad crónica produce el silencio eterno. En este proceso de superación para vivir de acuerdo con la modernidad, no hay que esperar fecha o día para empezar. Tiene que ser ahora mismo, mañana puede ser muy tarde. El tiempo no espera y cualquier interrupción puede destruir la alfombra tejida por años y con mucho esfuerzo. Para ello, aparte de nuestro interés por un mundo diferente, juega un papel muy importante la fe que se debe tener siempre en un ser superior o en alguien que nos inspire respeto. Es que salud más fuerza de voluntad, sabiduría y fe da como resultado un hombre ganador.