Al ser cual lumbre en invierno
me das cálida tibieza
al no haber candor más tierno
contigo mi vida empieza.
No hay más lírico remanso
que tu voz en sinfonía
es como agua en la bahía
compartiendo oleaje manso.
En mis horas de descanso
mutuo el goce se hace eterno
pues con arrullo fraterno
caricias nos prodigamos,
hace el fuego nos unamos
al ser cual lumbre en invierno.
II
Es un agudo tormento
estar muy cerca y no verte
mi desamparo es tan fuerte
agobiando el sufrimiento.
Vivo un cruel padecimiento
que hasta pierdo mi entereza
y sólo tu sutileza
da un placer muy especial,
con tu cariño sensual
me das cálida tibieza.
III
Me puedo morir mañana
más contento no me iría
si no pruebo la ambrosía
de esos tus labios de grana.
Por ser mujer tan galana
prodigas tu aroma alterno
enlazando edén interno
por la cual te quiero tanto,
es que yo admiro tu encanto
al no haber candor más tierno.
IV
Cuando te evoco, me sueño
sí estoy despierto, te extraño
un segundo es más de un año
no tocarte en cada ensueño.
Porque revives mi empeño
nunca agobia la tristeza
das a mi ser, la grandeza
el éxtasis repentino,
al ser luz en mi camino
contigo mi vida empieza.
V
Al abrigo de tu piel
y tu voz hecha canción
vivo pleno de pasión
en tu íntimo vergel.
Por eso mi tersa piel
Brinda miel esplendorosa
y te endulza fraganciosa
mientras la entraña delira,
todo mi ser que suspira,
te da la cima de diosa
2006-10-26