Escuchen madres queridas
mi alabanza hecha canción
son conductoras de vida
reinas de la creación.
Hoy tengo la convicción
un Feliz Día desearles
y mis versos entregarles
alabando su misión.
Se que da satisfacción
no las joyas preferidas
sino palabras floridas
con el más sencillo afecto,
por tanto de mi intelecto
escuchen madres queridas.
II
Son por toda su nobleza
como la virgen María
que en altares de valía
yo las pongo a la cabeza.
Simbolizan entereza
en el hogar, intuición
dan al hijo, protección
y a la patria puro fuego,
que del alma les entrego
mi alabanza hecha canción.
III
En los mayos otoñales
cada domingo segundo
tras sentimiento profundo
las festejan sus parciales.
Hay reuniones sociales
con primorosas comidas
las promesas son cumplidas
bajo el perfume de rosas,
es que al ser muy bondadosas
son conductoras de vida.
IV
Sin duda que venerarla
en la familia es deber
pero en mí no puede ser
pues no está para adorarla.
Cómo quisiera abrazarla
palpitante de emoción
más no tengo esa ilusión
junto a Dios vive en el cielo,
que ustedes son mi consuelo
reinas de la creación.
V
Por eso aquel que la tiene
con afecto fascinante
debe amarla a cada instante
y no cuando le conviene.
Si tan solo en sueños viene
al ser de otra dimensión
recordarla en toda acción
es del niño, un ideal,
porque con fe angelical
nos dará su bendición