Ni por vivir con mesura
De mis sentidos yo abuso
Y por los goces que acuso
se mancilla mi cordura.
Soy por eso quien censura
Cuando me mando sin  tino
Y en mi locura me empino
Sin que nadie me comprenda,
Más recupero mi senda
SI COMETO UN DESATINO.

II

Se de la miel desmedida
Y de su embrujo radiante
Y del vacío incesante
Si la sangre se hace vida.
Ante fiesta concedida
Repetirla no me atrevo
Y si me apunto de nuevo
Sé que la muerte comparto,
Más del éxtasis me aparto
¡POR LA ENERGÍA QUE LLEVO!

V

Las euforias del alcohol
O tal vez sensualidad
Hago acopio en mi heredad
Hasta que se oculte el sol.
Al encender mi crisol
Que de a poco voy que apruebo
En el instante que bebo
En mi entraña no hay estíos,
Más  la fe por darme bríos
DE LAS CENIZAS ME ELEVO.

III

Me da gloria pasajera
Pero me pone feliz
Y así sea un gran desliz
Se lo que es la primavera.
En mi ser ya no es quimera
Es un rato de optimismo
Por eso con gran cinismo,
No aceptaría olvidarlo,
Más a pesar de evitarlo
A VECES CAIGO EN LO MISMO.

El afecto deleitante
De primorosa mujer
Al excitar por doquier
Me embriaga su ser fragante.
El fragor exuberante
De su talle femenino
Ante su imagen me inclino
Y mi afán se consolida,
Y después de tal perdida
DE PRONTO ENCUENTRO EL CAMINO.

Juro nunca repetirlo
Pero al dar su vuelta el mundo
Por un  deseo profundo
Es imposible evadirlo.
Que otra vez para sentirlo
Busco al vicio que seduce
Y al delirio más  induce
Pero se dañan los seres,
Que el exceso de placeres
 ¡A NADA BUENO CONDUCE!