Frente al deceso fatal
El  luto cubre el ambiente
Y el pésame se hace urgente
Como costumbre social.
Termina el ciclo vital
Y un gran vacío deriva
Y de la euforia se priva
El mas florido vergel,
Y no da  valía  al ser
NI LA HISTERIA COLECTIVA.

II

Surge la melancolía
Y un  espacio de congoja
Y hasta en la flor que se arroja
Refleja la aurora impía.
Queda inerte la valía
Y partido el corazón
Y se opaca la expresión
Oscureciendo el camino,
Y no hay el soplo divino
¡PARA QUE SIGA EN FUNCIÓN!

V

Bueno o malo se le vela
Pues ya no estará presente
Y si  fue de gran vertiente
Se torna fría su escuela.
Al partir forja secuela
Si es que tuvo proyección
Y ante la desolación
Es instante inconsolable,
Cruel dolor insoportable
POR LA DESAPARICIÓN.

III

Con lágrimas en los ojos
Se Implora que resucite
Más el cosmos no lo admite
Así lo pidan de hinojos.
Tan  solo quedan despojos
Del paseo terrenal
Y tras lumbre angelical
Su cuerpo cambia de giro,
Y es que el último suspiro
ES ANUNCIO DEL FINAL.

VI

Ni la ferviente oración
O algún  rezo con el alma
Al espíritu da calma
Por fortuita defunción.
Se quiebra toda la unión
Que el sentimiento motiva
Más su ausencia fe deriva
En medio del desencanto,
Que  ni el más sufrido llanto
AL HUMANO REACTIVA.

Sólo un tiempo es la energía
Luego deviene el descanso
Y en infinito remanso
Hay celestial ambrosia.
DIOS trasmite melodía
En su edénica mansión
Y la fiel resignación
Llega al ser como fiel trino,
Y en ese espacio divino
¡HAY TOTAL REALIZACIÓN!