Por la luz del infinito
que a mi entraña la engrandece
en el sendero marchito
tu recuerdo resplandece.
En honor a tu actitud
de mis promesas consciente
te vas perdiendo en mi mente
al herir mi gratitud.
Todo fue con prontitud
que me parece inaudito
y al ser un caso fortuito
mi horizonte está desierto,
más sólo sé que no he muerto
por la luz del infinito.
II
Te declaré mi confianza
en memoria a tu visión
más sin cumplir tu misión
me clavaste dura lanza.
Ya no tengo una esperanza
no eres quien se compadece
y por ser la que adolece
se te avecina el tormento,
pues ya no hay el sentimiento
que a mi entraña la engrandece.
III
En un cambio personal
al meditar sin ensueño
casi a diario puse empeño
ante decisión final.
Más todo me fue desleal
que en mi entraña se hace un hito
y sin que sea delito
mi natura si lo siente,
es remembranza silente
en el sendero marchito.
IV
Con actitud sin cesar
en tu mesura confié
pues un amor te entregué
no habiendo en cualquier lugar.
Fue un cariño singular.
que en mi espíritu fenece
y que al fin se desvanece
por tu vana decisión,
más junto a mi decepción
tu recuerdo resplandece
V
Te quise y tú lo sabías
recíproco nunca fue
pero siempre te esperé
en pos de tus ambrosías.
Más se me fueron los días
y hoy resulta detestable
ya no hay nada perdurable
por falta de convicción,
si es que ha sido una ilusión
del error soy el culpable.
VI
Un sentir del más selecto
por tu esencia no hay cabida
pues con pasión desmedida
dudo que tengas afecto.
De tu sentido incorrecto
y de nula identidad
en aras de la verdad
te ofrendará el resquemor,
que se apaga mi furor
frente a la cruel realidad.
2012-10-11
