Por quererte inimitable
A toda bella mujer
Busco un orbe por doquier
Donde seas intocable.
Por tu estampa incomparable
Que en ti no exista desvelo
Y alejando al desconsuelo
Voy ambientar tu candor,
Por eso ansío el olor
DE LOS JARDINES DEL CIELO.

II

Junto a las olas marinas
Te voy hacer un palacio
Donde camines despacio
En sus aguas cristalinas.
Por tus aureolas genuinas
Gozarás del colorido
Y en su vaivén conocido
Observarás su hermosura,
Alabando a su natura
¡CON AFECTO DESMEDIDO!

V

Que en tu ruta de inquietudes
Tan sólo exista la calma
Por eso busco del alma
DIOS te cubra de virtudes.
Incrementes aptitudes
En tu paisaje encendido
Y cual lucero prendido
Te distingas al segundo,
Por eso a flores del mundo
SUS PERFUMES HE PEDIDO.

III

No es que en voz alta te exprese
Misteriosa fantasía
Es mi caudal de ambrosía
Que no quisiera que cese.
Por eso cuando amanece
Le doy un abrazo al viento
Y le pido más aliento
Y te brinde complacencias,
Y se expandan tus esencias
¡EN LA FAZ DEL FIRMAMENTO!

VI

Busco a diario la manera
De ofrendarte una corona
Y que goce tu persona
De un halago por sincera.
Por la ruta verdadera
tu dicha no más anhelo
y que el aire por tu pelo
forje floridas estancias,
luego cogersus fragancias
PARA IMPREGNARLO EN TU VELO.

Lo que me nace no es sueño
Ni delirio de ilusión
Me brota del corazón
Y en tu dicha es que me empeño.
Un horizonte halagüeño
Con albricias de vergel
Tendrán tus labios de miel
Y que el orbe fiel te admire,
Y que el mundo eterno gire
¡CON AROMAS DE TU PIEL!