Sin tener presentimientos
Pues nadie lo imaginó
La partido te llegó
Despertando sentimientos.
Renacieron los lamentos
Y un misterio de origina
Más tu ser así culmina
Y se destruye la calma,
que hay cruel dolor en el alma
AL CESAR TU LUZ GENUINA.

II

Ante la gris realidad
Que hasta mentira parece
El sueño se desvanece
Por la trágica verdad.
Por tan cruel adversidad
Que el destino dictamina
te vas noria cristalina
más no se ni despedirte,
Que solo resta decirte
¡QUE EN PAZ DESCANSES CARLINA!

V

Lucía tu cabellera
Color del atardecer
Y tus ojos por doquier
Igual que la primavera.
Más hoy todo es ya quimera
Y el silencio es inquietud
Pues te agobia la quietud
Distinto al fervor otrora,
Cuando rallaba tu aurora
DE IMPONENTE JUVENTUD.

III

En tu imagen desde lejos
La adornaba tu sonrisa
Como nítida premisa
De tus íntimos reflejos.
De los instantes añejos
No acunaba tu presencia
Y habitaba en tu conciencia
Alegría singular,
Que dejas hondo pesar
POR TAN FUGAZ EXISTENCIA.

VI

En la faz de tu figura
No hay la vibra de tu voz
Y dejas vacío atroz
Como tu halo de ternura.
Ya no irradias galanura
Ni tu albor de gratitud
Todo guarda el ataúd
Hasta el instante de gloria,
Pero estás en la memoria
EN HONOR A TU VIRTUD.

Ti siempre estarás presente
En el recuerdo imborrable
Que ni el tiempo inexorable
te borrará de la mente.
Que a su lado DIOS te aliente
Con su afecto majestuoso
Y tu don maravilloso
Se realice en absoluto,
Pues te has ido sin dar fruto
¡HACIA EL ETERNO REPOSO!