Al tener mi senda oscura
Por mi eterna soledad
Ni el candor de tu hermosura
¡HACE AMENA MI ORFANDAD!
Al ser única en mis años
Al no haber mujer igual
Sino tengo tu caudal
Me originas desengaños.
Los sentimientos extraños
Me acercan a la locura
Y su latir me satura
Y me deja ruta impía,
Y en mi no hay la luz del día
AL TENER MI SENDA OSCURA.
II
Donde la nostalgia acosa
Soy el perpetuo inquilino
Y si a su cuesta me empino
Sobre mi entraña se posa.
Surge estela rumorosa
En mi inerte inmensidad
Y anhelo tu inmensidad
Y tu rostro fascinante,
Y de siempre vago errante
POR MI ETERNA SOLEDAD.
III
El vacío en su quietud
A mi llanto le hace fondo
Y mi pena llega al hondo
En agónica actitud.
Hay la tétrica virtud
Que brota de mi ternura
Más se ahoga en tu dulzura
Y a mi amargura sentencia,
Y no me borra tu ausencia
NI EL CANDOR DE TU HERMOSURA.
IV
Por no verte, mi tristeza
Anda cerca del delirio
Y se convierte en martirio
Lo que ayer fue sutileza.
Saco fuerzas de realeza
Y ser luz de tu bondad
Más por nada y sin piedad
El sufrimiento redime,
Y ni un suspiro sublime
¡HACE AMENA MI ORFANDAD!
V
Tengo en mi alma una ilusión
Pero poco me impacienta
Si ya he perdido la cuenta
De tu escasa aceptación.
Ni por ser tu adoración
Haces caso a mis empeños
Si a mis aires halagüeños
Le diste fe de testigo,
Y el silencio al ser mi amigo
UN SEPULCRO SON MIS SUEÑOS.
VI
El no tenerte me en sombra
Y mi sendero oscurece
que no si es que a amanece
o me persigue tu sombra.
Más yo soy el que te nombra
En razón a tu valía
Y retorne la ambrosía
en el desierto que habito,
y es que el recuerdo infinito
¡ES MI ALEGRE COMPAÑÃA!