EL LÍDER QUE EN SUEÑOS VÍ

Tomar una decisión y hacer acopio de todo el esfuerzo posible para conseguir un propósito, es un actitud muy loable en la persona cuando los beneficios que se van a obtener son en su mayoría para satisfacer las necesidades de la localidad y de las clases más necesitadas.

Eso si, cuando se determina transitar por este derrotero tan difícil, hay que tener los recursos intelectuales, físicos y humanos suficientes como para emprender una tarea de tal envergadura. Para ello siempre es necesario contar con el apoyo de personas que hablan el mismo idioma y que conocen el tema y muestran entrega y desprendimiento por la noble causa. Más en la vida practica, no todos por supuesto; arrancan a paso ligero hacia metas que según ellos les pertenece pero sin los complementos necesarios en todo el sentido de la palabra. Solamente ellos erróneamente se creen con capacidades por encima del común de las personas como para ascender a los más altos picos de la popularidad y de la realización humana.

Para asegurar su raudo vuelo hacia lo desconocido, se rodean de la peor gente de su entorno, generalmente con aquellos que adulan de la boca para afuera sus aptitudes, por intereses creados pero no tienen ningún fin social, solamente enriquecer más sus arcas repletas en base a la mentira. Este nuevo camino que se va a tomar, debe se meditado a conciencia. Es que en realidad, un profesional, o persona experimentada, que no investiga y en base a nuevos conocimientos de arte, ciencia y cultura, no crea con visión futurista, tecnologías o proyectos que lleven a los grupos humanos a los umbrales del éxito y ser un seguro ganador, no es un real protagonista de la historia de su pueblo. De acuerdo a los adelantos técnicos, la sabiduría se puede adquirir con bastante facilidad. Pero eso no es todo. Como tampoco tienen validez las falsas poses de ser el único salvador del mundo. Si bien es cierto, que es muy loable aprender y aplicar la sapiencia al pie de la letra donde es necesario. Más importante es crear nuevos parámetros de desarrollo total de acuerdo a nuestra idiosincrasia e impregnado de calidad humana.

De no ser así, poco es lo que puede aportar a la sociedad un hombre y convertirse, gracias a su talento, en una persona guía, líder y adalid de las masas humanas. Solo conseguirá que la esperanza que se deposita en él, se diluya como el hielo y al final quede en el rincón del olvido, atado de pies y manos por sus desaciertos y condenado por la historia por su ambición. Lo que no nace no crece y si por milagro crece, se muere. Es que hay cualidades innatas y naturales en los seres humanos, que así se estudie en la Universidad de Harvard, no se van a adquirir por que ese don sublime viene por herencia genética. Generalmente llegar a una altura de grandiosidad y esperar que el mundo entero lo escuche y deslumbrar por doquier con tan solo su presencia; según mi humilde entender y sin ser fatalista ni negativo. Considero que es una actitud de los predestinados por la providencia.

El que quiere de la noche a la mañana ser estrella o porque ya cree que está en buen tiempo de ascender sin haber dejado huellas de bondad en su largo caminar, está arando en el mar sencillamente. Esta reflexión no trata de quitarle los sueños a nadie, sino es un resumen de lo que el pueblo expresa con relación al futuro nacional y trata de dar a conocer, por qué cada vez es mayor la desconfianza, que hasta duda y ya no cifra sus esperanzas en tal o cual persona como una posible solución a la problemática nacional. En este, caso la credibilidad solamente será recuperada, cuando antes de aspirar la luz del cielo, primero se llame a las cosas por su nombre y todos sin excepción alguna, traten que impere la justicia, una conciencia cristalina, la solidaridad y profundos objetivos comunes que deparen un nuevo espacio de vida pleno de paz y amor.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *