No tengo por qué callarme
Pues no hay nada que me impida
Y mi verbo en estampida
Empieza una pista darme.
No tengo de qué cuidarme
Pues lo mío es verdadero
No se salva ni el rastrero
O el de lenguaje falaz,
Más me recubro de paz
POR DECIR LO QUE MÁS QUIERO.

II

A la  fragante ocurrencia
No le aumento ni le quito
Totalmente lo remito
A la digna concurrencia.
Difunde cada secuencia
fotográfica versión
y me afirmo en la misión
permitiendo luz vislumbre,
que  a diario mi voz da lumbre
¡CON PLANETARIA VISIÓN!

V

Voy que observo lo existente
Apoyado en  las  razones
Y me nacen expresiones
Que  lo trasmito de frente.
De la ira voy ausente
Por armónica expresión
Y sin fanática acción
Doy espacio a mi bagaje,
Y brota locuaz mensaje
DE ACUERDO A MI INSPIRACIÓN.

III

No ofrendo partidarismo
Imparcial irradio un tono
Y si el  mínimo encono
Alejo el antagonismo.
Comprendo al de vasto altruismo
Y la altura de su anhelo
Que hasta le doy un consuelo
En pos de su libertad,
Y con plena inmensidad
ELEVO MI TROVA AL CIELO.

VI

No soy ejemplo de nada
Pero comparto verdades
Y afirmo las realidades
Por mi fértil alborada.
Departo con fe alturada
Hasta el aura del lucero
Y al jugarme por entero
Creo ruta cristalina,
Y después de tanta esquina
NACE MI CANTO SINCERO.

En el vasto firmamento
Voy incansable en la brega
Y cual todo un estratega
Yo mismo me doy aliento.
Si lo que aporto es talento
A mi entorno bienvenido
Y con lo innato imbuido
Despejo toda inquietud,
que en mi sólo habrá quietud
¡DESDE EL ÚLTIMO LATIDO!