Quien desarrolla virtudes
En base al conocimiento
Le da altura a su talento
Y variadas aptitudes.
Si hace acopio de actitudes
o a su innatismo da vía
denota sabiduríay
que el hombre más remonte
es que todo un horizonte
¡NOS DA LA EXITOLOGÍA!
El afán de trascendencia y la conquista de los altos peldaños de bienestar, se forja dentro de las cuatro paredes del núcleo familiar y se consolida con la instrucción de buena fuente y en la universidad de la vida. Pero si en ese tránsito de la niñez a la juventud y adultez, está plegada de llanto, lágrimas, y dolor, bajo una extrema pobreza; es muy fácil predecir lo que la espera a lo que se considera la esperanza de un mejor porvenir. En este sentido es preferible respetar paso a paso el ciclo vital de la vida, de tal manera que ninguno sea el autor de su misma desgracia. Que la terquedad o el libre albedrío no sean los conductores falaces a la nada, de las precoces mentes ansiosas de excelsitud. Por eso, en medio de tanta crisis moral; un consejo del corazón de sus mayores, da su cuota de aliento y sirve de impulso hacia otras realidades en el desierto de consuelos ausentes. Que ninguna desavenencia trunque el ascenso indetenible hacia nortes de satisfacciones postergadas o negadas. En estos casos, es muy útil ponerle buena cara a todo lo que viene porque justamente donde más predomina la desigualdad, la miseria, desde ese panorama de abandono es cuando el hombre retoma su rumbo y se levanta imponente del infortunio y deja sentir su voz llena de optimismo e innovaciones, convirtiéndose en un haz de luz en el callejón sin salida de sus problemas. Hay que sacarle partido hasta a los ratos más infelices y mirar al mañana pleno de de esperanzas y con alma, vida y corazón empezar con fe el largo camino hacia firmamentos de gloria. Juntos pueblo y autoridades deben edificar con ecuanimidad el paisaje de bonanzas donde pueda germinar la vida con perfumes de flor.
Por eso, si todos los mandatarios y habitantes del mundo, sin discriminación de razas, credos, colores de piel, costumbres, religiones, en completa armonía, van eliminando la prepotencia, la violencia, las guerras, el afán de dominación a la fuerza, se termina con la hambruna, el negativismo y hay trabajo para todos, más se orienta la ciencia para que brinde bienestar a la sociedad; el orbe planetario será diferente y digno se ser vivido como DIOS manda. En razón a ello y a la crisis de valores que azota a cada instante, me parece que si un profesional aún de la más alta graduación o el que tiene una sabia basada en bondades antes de la experiencia; no generan más sapiencia, no forjan nuevos valores y sus trabajos de investigación o sus capacidades no dan fuego en toda su trayectoria y sólo se dedican a perpetuarse en el puesto sin haberle ganada a nadie; sólo es un consumidor más que llegó al tope de su incompetencia y son justamente los que originan la inercia en cuanto a crecimiento y desarrollo de un pueblo. La hoja de ruta hacia el gran cambio no está solamente en hacer acopio de sabiduría solamente, sino en acrecentar el caudal cognoscitivo y vislumbrar otras rutas de progreso para satisfacción equitativa de los grupos humanos. Hacerse un sitio en el valle de gigantes es tarea de titanes. Es que cada cual ya tiene con anterioridad un sitial asegurado a perpetuidad y se torna en indesplazable en el tiempo y el espacio. Por eso tan solo el saber con tecnología y con demostrada eficiencia es capaz de aperturar escaños promisorios en bien de las grandes mayorías. En este sentido, quienes se arman de valor y se energizan como surco frente al sol; generan su propio paraje de edénicas mieses.
Más no todo debe ser ejecución de obras civiles para buscar la satisfacción del ser y dar ocupación masiva. Es muy necesario y deber de los que rigen los destinos de un país, dar su apoyo al arte y la cultura porque son actividades que regulan la conducta humana en vista que irradia espiritualidad por doquier. Un patria donde no hay teatros, recitales de canto, guitarra, exposiciones pictóricas, fotográficas, arqueológicas, escultóricas, no hay presentaciones de danzas, bailes, ballet. Además no se le apoya al artista, al poeta, al escritor, al autor y compositor musical; tarde o temprano está eternamente condenado al fracaso. Es que el arte integral ejerce una fuerza motivadora en los seres humanos y lo predispone hacia la consecución de las más grandes proezas al crearle en su entraña un estado de positivismo ilimitado. Por eso la proyección hacia umbrales de prosperidad, es el resultado de la conjunción del hombre y la naturaleza, de la mente y espíritu, de la vida y su medio ambiente, del saber y el arte; simplemente porque el hombre es un ser social y si se le otorga este ámbito solaz en el corto paseo terrenal; se dará cuenta que puede aperturar nuevos horizontes de dicha y felicidad, de sosiego y culminación de propósitos en aras de dejar huellas para la posteridad, como un vivo reflejo de su energía emprendedora, dejando una huella inimitable por los siglos de los siglos.
Se puede ser un auténtico campeón en el exigente mercado de las oportunidades inverosímiles, a pesar de las inclemencias y sinsabores que circundan a los sueños irrealizables, porque siempre hay una segunda vez, teniendo en cuenta siempre que ninguna derrota es eterna. Todo dura el periodo en que la distracción se convierte en responsabilidad a prueba de balas. Es que hay actividades en la cual el ser deslumbra por sus méritos que ostenta; aunque no son tan rentables que digamos; de la misma forma que otras acciones simbolizan voluminoso poder económico. Más todo depende de cada uno. Lo importante es la delegación de bondades y no la abundancia que pueda deparar la función que se realiza. Cuando hay humildad en las entrañas, se puede saborear las mieles del sosiego y ser rey con un pan en la mesa o una opípara cena, como comida diaria. Lo plausible es el producto o la cosecha que deriva del esfuerzo en aras de fragantes alboradas que denota la misión cumplida. Todos son llamados al banquete del regocijo después de una lucha continua contra las desavenencias del trajín por despojarse del manto de la resignación. No hay excepciones o la opresión ajena hace escarnio en la carne cuando se acepta la supresión con los ojos cerrados sabiendo que a nada bueno conduce. Si a tiempo se sacude de la incertidumbre y el temor de enfrentarse a sus mismos prejuicios, se ha ganado el combate. Hay que seguir en la contienda y aún en la agonía, con entereza y pundonor abrir la puerta hacía la inmensidad del cielo azul y surcar los aires raudamente con alas de la providencia y llegar a ser una estrella en el cosmos bendito. Es que si el hombre potencia su mundo interno con el arte, la ciencia, cultura, tecnología y se humaniza con la aurora matinal y el sol de cada día, se adquiere una fortaleza increíble por lo cual el ser se vuelve invisible al acoso de la maldad y no solo es un lucero de luz inapagable, sino un astro creador de su ámbito con visión planetaria.
Nada es fácil en esta corta existencia, el encontrar la fuente de moral pura; tiene sus riesgos e incomodidades que se tornan en rutina si se es conciente de los beneficios que se pueden obtener a corto o largo plazo. Más para ello, el dinero debe tomarse como necesario sólo para obtener los objetos, accesorios, bienes que nos permita una vida cómoda, más no es tan indispensable como para creer que la felicidad o la buena salud nos la da el color del billete. Es producto genuino del amor. Es por eso que muchas desavenencias en el hogar, se originan cuando hay abundancia de utilidades económicas. Cuando se convierte en obsesión la riqueza material y el cultivo de la esencia espiritual se deja de lado, inevitablemente el hombre se animaliza y llega a la degradación humana y al pensar sólo en el vil metal; las mejores oportunidades de dicha se dejan pasar al abismo del olvido, por estar enfrascado en la adquisición de riquezas monetarias.
Es buena la ambicia de grandezas en todas sus formas normales posibles. Lo malo es cuando se deja para otro momento, el afán de existir humanamente y se abandona en un rincón hasta las acciones vitales que nos dan la eternidad. No hay que convertirse en un robot que sólo fabrica dinero. Si se es capaz de generar empresa, es para servir a los demás y compartir con el que tiene necesidades apremiantes y darle las llaves de su propio éxito y motivarlo a la lucha por su prosperidad; pues dejarlo a la deriva, sólo sería mezquindad. Es mayor el reflejo esplendoroso de bonanza, cuando su luz sirve para borrar las tinieblas de los que viven en una eterna oscuridad. Es que no se puede avanzar por el mundo lleno de gloria en completa soledad. Hay que hacer ruta por la tierra pero con el grupo humano que tienen los mismos ideales. Sólo así resulta fructífero el esfuerzo y los resultados son óptimos porque se consigue una altura permanente, duradera e irrepetible. En este sentido, si vamos todos tomados de la mano por la senda al porvenir. Ocurrirán sucesos mejores que hará de esta vida un escenario lleno de sorpresas agradables; si es que todos se basa en el conocimiento e innatismo. Más si tal podium estelar proviene de inconfesables orígenes, dicho resplandor es pasajero y como una extraña visión, en cualquier momento desaparece para siempre.
En estos últimos tiempos, los medios hablados y escritos, de prensa, radio y televisión, aunque mínimamente, difunden verdades sobre la conducta humana. Las instituciones educativas, culturales y sociales con mayor énfasis, hacen lo mismo, Por lo tanto el niño hasta que llega a la adultez, aparte de la enseñanza del hogar, sea la condición que fuere; recibe una preparación para la vida como para no cometer errores y convertirse en un ser útil a la sociedad. Más no todos tienen o adquieren la madurez adecuada para salir airoso de todas las pruebas que se encuentran a cada instante y que determina un futuro de bonanza o dolor irremediablemente. Al llegar este momento, bastante tiene que ver la autoestima y responsabilidad de la persona y esas cualidades determinan el éxito o desavenencias del mañana. Es que el joven toma sus propias decisiones por curiosidad y tener experiencia y se nota cuando se analizan los múltiples casos que suelen suceder muy a menudo. Generalmente en chicos cuyos padres casi nunca estuvieron tras sus pasos, llegan a ser triunfadores y terminan de perdedores los que por línea paterna fueron hasta sobreprotegidos. Es que el capricho y la terquedad hace su parte, si no hay verdadera conciencia en el ser. Ante esta realidad sólo el razonamiento concienzudo, la valoración del ser, debe estar sobre todas las cosas para cimentar la grandeza espiritual y renacer por sobre toda adversidad. La toma de decisiones del joven, si es supervisada por sus mayores fortifica la entereza y lo predispone a ser persona inmune a un traspiés en su ruta a triunfador. Se nace con cualidades y se cultiva y desarrolla habilidades, pero no se viene al mundo en calidad de exitoso. Es el producto del estudio, del esfuerzo, de tener una exacta concepción de la vida. Por eso precozmente ya se debe visualizar el tipo de hombre que se quiere ser. Más por esta ruta ya trazada, seguir con paso ligero hacia la cumbre, en la cual nada ni nadie debe truncar el ascenso hacia la pirámide de los dioses. Es que la derrota de todo ser no depende de fuerzas entrañas, reside en uno mismo y en virtud a ello, es él quien debe tejer la alfombra mágica que lo llevará al altar de sus sueños.
El hombre tiene aspiraciones, sueños, metas, anhelos y para ello desarrolla habilidades, atributos, su innatismo, hace acopio de conocimientos para trascender en base a sus cualidades y productivas opciones. Más cuando no hay una real y humana distribución de la riqueza, por intereses creados, falta de conciencia, desmedido partidarismo, egolatría, carencia de espiritualidad; se le pone muy difícil la situación, para el que tiene menos recursos. Es que las necesidades vitales ocupan todo su panorama de proyección y generalmente su horizonte da vueltas en la búsqueda del vestido, comida y vivienda. En este caso, el estudio y mayores comodidades, se torna en una quimera así sea poseedor de un talento imperecedero. La fuerza de voluntad existe y perdura pero si el sistema político es aplastante e irracional, en la cual por mucho que se esfuerce, así tenga dos trabajos; siempre tienen prioridad los allegados al gobierno de turno. Es que impera el nepotismo, la familiaridad, los lazos amicales y el que no entra a la cúpula del poder o cofradía de los oportunistas y sumisos, va quedando relegado. En este caso solamente le queda trabajar para vivir a duras penas, medianamente, mientras que la clase privilegiada asciende con absoluta rapidez a los umbrales de la excelencia ya sea por méritos propios o de manera oscura como la hace hoy en día una gran parte de ciudadanos cegados posar la ambición . Por eso, el asunto es bien claro, mientras haya, esta incongruente desigualdad originada por la inconciencia y una acendrada mentalidad retrógrada que no acepta la modernidad y la equidad con visión universal. Cada grupo social irá por su lado sin confraternizar; con un saldo denigrante en la cual el pobre se hace más pobre y el rico más rico. Por eso se hace necesario y de urgencia, una revolución mental en la cual el poder se base en la justicia, en la valoración intelectual, en la ofrenda de oportunidades, en condiciones iguales, en el apoyo a las clases que están en extrema pobreza, para que alcance un progreso sostenido y con objetivos nacionales. Si a cada cual le llega su momento y lo aprovecha al máximo, ocurre el tránsito de una vida sin derrotero, hacia nortes de bonanzas pero por méritos propios. Alcanzar este umbral debe ser la tarea de todos los que anhelan el mando patrio; más, para pensar de esta manera, se requiere de la transformación de nuestro estado mental, pero con visión infinita. De tal manera que todos sean beneficiados pero en forma total y no sólo el bienestar sea de un grupo minoritario como suele ocurrir y después se comenta descaradamente a los cuatro vientos que estamos viviendo en al gloria.
Para ello es preciso un cambio de pies a cabeza de las estructuras psíquicas del ser, para que de generación en generación se vaya cimentando más y más la unidad planetaria, acabando todo negativismo y el albor positivo se manifieste en todas las acciones del hombre, despertando actitudes propicias para lograr el bienestar general de la humanidad dándole un sitial al arte cultura y ciencia.
En realidad lo que digo en esta reflexión no es ninguna novedad. En el planeta se ha creado toda una industria de la literatura de Motivación, de Meditación de Realización Personal en la que se da las pautas necesarias para hacer del hombre un ser feliz. Hay textos, videos con fondos musicales hermosos, han aparecido los famosos gurus con sus planteamientos un tanto exóticos pero que propenden romper las cadenas de la esclavitud mental, de los traumas de los complejos y luego se pueda viajar en las alas de la dicha en campo abierto e inclusive ofrecen tratamientos en clínicas de sanación y todo lo demás. Han surgido famosos escritores que prometen el cielo en sus libros. Los métodos son buenos y admiro a dichos escritores pero hay que tener en cuenta que del dicho al hecho hay mucho trecho, por la que es mejor adaptarlos a nuestra realidad y en base a ello motivar la mente hacia estados divinales, somos pluricultural, multiétnicos, plurilingües, por la que cada ser es una realidad diferente de visión interminable y sueños increíbles.
A fin de cuentas, con el respeto que se merecen tan afamados hombres de letras, si se analiza concienzudamente sus propuestas; de alguna u otra forma, todos proponen lo mismo pero desde ángulos distintos. Lo único que cambia es la forma como se promocionan cada uno de ellos. Lo hacen en diarios, periódicos, televisión e Internet. Además lo muestran en formatos impresionantes, a todo color y en distintos idiomas que llaman la atención. De toda esa vidriera de novedades, me parece que como material de lectura resulta excelente, pero hasta ahí no más. Si al final, toda persona que se quiere así mismo, que motiva su fuerza de voluntad, sus facultades mentales a conciencia y sin fanatismo. Con toda imparcialidad y con humildad sin ego llega a determinar ¿Para qué he venido a este mundo? ¿En que soy bueno? Y según el resultado se educa o autoeduca, se autoevalua, se autoforma y se convierte en el mejor según su especialidad; tiene el umbral de la calidad asegurado en este mundo en la cual el dinero o la tenencia de bienes materiales, no es la mas alta expresión de ganador. Sino más bien su desprendimiento, sus ofrendas intelectuales, entrega y el servir sin esperar recompensa es lo que le da la eternidad y la corona de triunfador. Quien se traza una meta por que sabe a dónde quiere llegar y no da pie atrás en ningún momento y la sociedad le brinda una oportunidad, se convierte sin lugar a dudas en un baluarte de promisiones infinitas en el lugar donde habita y su aureola jamás se apagará por sus acciones de proyección hacia los demás y vivirá por siempre en los corazones de las presentes y futuras generaciones porque eligió el camino de la eternidad.
CON PASO DE TRIUNFADOR |
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V 2011-07-22 |