UNA LUZ EN LA OSCURIDAD

 

Los pueblos del mundo, las ciudades más cosmopolitas, los cerebros más privilegiados; diariamente van en continua lucha, deshumanizados parcialmente,  en pos de encontrar la fórmula para tener mayor armamento bélico, ser potencia mundial, dominar  al mundo; así de desplace al hombre y se relegue a segundo plano.

 

Para lograr ese umbral, que según ellos lo harán muy felices; se valen de todas las artimañas habidas y por haber e inclusive llegan  hasta la más cruenta violencia como la guerra y todos sus derivados que dan la muerte y siembran desolación y abandono. Además, hay  quien tiene la posibilidad de surcar el espacio e intenta adueñarse para que sea su futura morada, cuando en el nuestro sea imposible la existencia humana. De todo se intenta desde distintos ángulos pero con afán de sumisión, ya sea través del mayor poderío bélico, invasiones y toda actitud que signifique prepotencia, excesiva industrialización sin mínimo cuidado, dañando el medio ambiente porque lo único que interesa es acumular ingentes riquezas  y ejercer dominio planetario así sea por la fuerza de las armas. Qué será que no se hace por someter al vecino y crecer de manera indetenible así se aniquile al contrario, más es muy poco lo que se hace por conquistar  el corazón del hombre en su máxima expresión. Si la dicha y superación reside en nosotros mismos. Si somos capaces de comprender a nuestro entorno; estamos en vía de lograr una solidaridad  mundial.  Se sabe cuál es la solución para vivir mejor y encaminar a los días hacia el bienestar general, pero más prima el instinto de maldad para lograr la prosperidad, que tener una vida de calidad, gracias al afianzamiento de las aptitudes espirituales. Si todos los grupos humanos, sin dejar sus actividades que le permite la subsistencia normal, común y corriente de toda la familia; haciendo un alto en sus azarosas vidas, conjuntamente con los gobernantes, fuerzas políticas y sociales; se dedicaran a apoyar el desarrollo del arte integral en cada región, el resultado sería otro. Es que la practica y admirar el  teatro, declamación, canto instrumentación, bailes, danzas, creación literaria en todas sus facetas, artes plásticas, escultura, pintura, fotografía artística,  conciertos de música popular y clásica, exposiciones arqueológicas, fotográficas, etc., espiritualizan, concientizan  y enternecen al ser humano y lo predisponen y le dan el horizonte para que pueda  realizar  las más increíble hazañas. Es que al motivar las fibras más intimas del ser humano, lo eleva a las dimensiones más altas del conocimiento humano y le da la capacidad de mirar más allá de lo que los ojos ven, lo que le permite  posicionarse por encima de los problemas existentes. Mientras  la sociedad se revuelve en sus propios errores, hay seres que miran los sucesos desde el umbral de su propia realización lo que le da la altura de líder  sin fronteras y capaces de dar un norte pleno de oportunidades a las personas; lo que no pueden hacer ni los políticos ni con todo el poder que tienen. Es que la solución de los inconvenientes que se presentan  en la rutina diaria, no reside en la presión, la violencia,  ni en la creación de leyes por doquier; sino en la igualdad, ecuanimidad y equidad de las personas. Inclusive hay que tener muy en cuenta que esta altura humana, muchas veces no le dan ni siquiera los altos grados académicos, las medallas de oro,  los áureos cetros,  o el  lujoso y dorado sillón. Se logra cuando se tiene una conciencia con visión planetaria porque la bondad, la entrega, el desprendimiento, el afán de servicio sin esperar recompensa, no se consigue en centros superiores de educación universitaria, eso se obtiene con creces en la universidad de la vida cuando existe empatía en la persona. Por esta, razón frente al dolor reinante, es mejor guarecerse bajo la sombra del arte y se logrará la dicha por toda una eternidad. 

 

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