LA EXPERIENCIA DEL AYER

Quien trata santificarse
Con virtudes por doquier
Jamás debiera olvidarse
¡DE LAS HUELLAS DEL AYER!

No falta que en la vejez
Alguien diga que es ejemplo
Sin saber lo que es el templo
Donde no hay desfachatez.
Quien denota solidez
Sin que pueda demostrarse
No es tan preciso jactarse
Sin que su pasado aflore,
Por eso que se cerciore
Quien trata santificarse.

II

Al pasado se da altura
Que hubo menos corrupción
Más es falsa la opinión
Si fue misma la natura.
Catalogada de oscura
O de excesivo placer
Si hubo igual amanecer
Pero todo se respeta,
Y no usar una careta
Con virtudes por doquier.

III

El que hoy es la eminencia
Aduce fiel corrección
Y llama difamación
Quien resalta su inconsciencia.
Mas quien tuvo deficiencia
Y que supo superarse
no es un delito acordarse
que hubo yerros de valía
Más lo que se hizo a porfía
Jamás debiera olvidarse.

IV

No falta el arrepentido
Que el pecho a diario golpea
Más no borra la marea
De lo que fue sin sentido.
De aquel espacio perdido
Si marca un anochecer
Tanto el hombre o la mujer
Aceptarlo muy sincero,
Y no ser un prisionero
¡De las huellas del ayer!

V

Lo que un tiempo sucedió
Es la historia personal
Que si estuvo bien o mal
Depende si lo avaluó.
Como algún día pasó
Que sirva de referencia
Y le toca a la conciencia
Darle peso a lo vivido,
Más de todo lo ocurrido
Que bien sirva de experiencia.

VI

Ante aquel antecedente
Lo malo no se repita
Y lo bueno se le admita
En pos de ser excelente.
No se oculte el precedente
Que posible es el perdón
Más no fingir posición
Como un hipócrita grave,
Si al final todo se sabe
¡Sin que exista explicación!

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