Ante el desmán ocurrido
quien dimensiona el exceso
por hablar sin más sentido
es un cómplice de peso.
Si ante un hecho deplorable
sin una base se opina
una crisis se origina
resultando incontrolable.
El ciudadano honorable
frente al dato va perdido
por aquel ser convenido
que alimenta desconcierto,
cimentando el desacierto
ante el desmán ocurrido.
II
Si por dar una primicia
se le transforma a la acción
engaña a la población
por lo falso que se enjuicia.
El que es falto de pericia
marcha ajena del proceso
y en lugar de un embeleso
distorsiona toda fuente,
es por eso delincuente
quien dimensiona el exceso.
III
Sin la nota policial
sí se emite un resultado
abunda el desinformado
y el tumulto es general.
Reina el caos por igual
siendo extraño lo ocurrido
queda el pueblo confundido
por el informe agravante,
hay la duda a cada instante
por hablar sin más sentido.
IV
Si es un caso deprimente
se defiende lo imposible
el adepto no es creíble
y lo critica la gente.
Su fracaso es contundente
por limitar el progreso
más por indigno confeso
genera inconformidad,
pues si oculta la verdad
es un cómplice de peso.
V
Al que todo escandaliza
y de pronto es juez y parte
de indolencia no hay descarte
cuando el lío patentiza.
Si su infamia perenniza
delegando albor falaz
por no ser de fe capaz
el futuro queda roto
más disimula alboroto
por un ámbito de paz.
