Como las aves del prado
se emite mi trino al viento
en pos del ser realizado
por la fe de su talento.

Irradio mi sinfonía
Junto al sol de la alborada
y en cada nota encantada
hay un haz del alma mía.
Por ejemplo, de armonía
es discurso apasionado
al dar norte despejado
albricias brinda del cielo,
que siempre cantar anhelo
como las aves del prado.
II
Ante el estruendo del ruido
o con el público ausente
va mi trova permanente
con fervor muy conocido.
Es cual ser enternecido
que sepulta el vil lamento
y al borrar el desaliento
irradia sentida calma,
pues con la fuerza de mi alma
se emite mi trino al viento.
III
Es un latir de la entraña
por los senderos del mundo
acompaña al trotamundo
borrándose la patraña.
Elimina toda saña
apertura un postulado
y contra añejo pasado
recoge el albor disperso,
visitando el universo
en pos del ser realizado.
IV
Es del raudo caminante
la música de su andanza
contra el tedio afín se lanza
tras furor avasallante.
Ofrenda un son fascinante
como reflejo de aliento
y del ser es complemento
para llenar fresca noria,
que se colme de la gloria
por la fe de su talento.
V
No sé si mi canto es bueno
sólo sé que es melodía
pues denota su valía
ante el duro desenfreno.
Me brota de encanto lleno
por ser divina su fuente
y da su noble vertiente
un futuro sin igual,
que no hay más grande ideal
sí es que aflora de la mente.

