Quien alberga en su alma hiel
es un agente del mal
jamás cumple su papel
por su veneno mortal.

Si es que al acto de bondad
con gran cinismo se opone
lo que es injusto propone
irradiando necedad.
Al ser fuente de maldad.
contaminando el vergel
en actitud nada fiel
junto al dolo permanece,
la confianza no merece
quien alberga en su alma hiel.
II
Hay quien da su fiel rencor
en lugar de actuar con fe
e irradiando lo que fue
sólo brinda desamor.
Sin el mayor estupor
con fundamento letal
y el sentimiento mortal
aniquila el intelecto,
el que va tras el defecto
es un agente del mal.
III
Quien se siente muy feliz
causando el dolor ajeno
tiene la furia del trueno
con diabólico matiz.
Si origina real desliz
en espacio de oropel
su ignominia de vil cruel
el delito más prefiere,
al no saber lo que quiere
jamás cumple su papel.
IV
A su entorno lo envilece
con sus rasgos de bajeza
y sin más delicadeza
la moral desparece.
Como de afecto adolece
ante albor delincuencial
de lo malo no hay final
más lo vedado se acaba,
su rutina se le agrava
por su veneno mortal.
V
Le da inusitada altura
un poder inoportuno
y sin basamento alguno
el que menos lo censura.
Por eso el fin apresura
así goce de esplendor
al ser eco del dolor
se contamina el ambiente,
que si no acaba esta gente
será eterno el resquemor.
