Como un lucero brillante
te he de llevar en mi senda
e ilumines mi semblante
así nadie me comprenda.
En mi horizonte la bruma
a mi ruta la oscurece
y mi fe desaparece
pues se eleva igual que espuma.
Hace que mi rol asuma
tu carisma fascinante
se convierte avasallante
mi paso que nadie empaña,
que vivirás en mi entraña
como un lucero brillante.
II
En mi sueño te idealizo
de una extraña dimensión
el latir de tu expresión
por mi norte lo enfatizo.
Tu silueta perennizo
haces que mi luz encienda
y mi rumbo hasta se enmienda
ante espíritu solaz,
al ser goce de la paz
te he de llevar en mi senda.
III
En mi ruta de quimera
donde mi alma es diario abierto
eres agua en el desierto
de mis áridas fronteras.
Por eso de mil maneras
con ternura tan fragante
me das orbe deleitante
entre un vértigo sin par,
que te pondré en un altar
e ilumines mi semblante.
IV
Si hay oscura afinidad
entre tu rumbo y mi ruta
por la confianza absoluta
Nacería la unidad.
Te daré prosperidad
y serás quien más trascienda
más intento que se aprenda
que mi cariño es sincero,
gritaré que aun te quiero
así nadie me comprenda.
V
Cuando la escarcha diluya
de tu corazón tan frío
haré lejos de mi estío
tu afecto que siempre fluya.
Más si fuera siempre tuya
y del haz de tu candor
no tendría más dolor
por tu dulce compañía,
que siempre te brindaría
las bondades de mi amor.
