EL AZABACHE MACABRO

Cuando la tarde anochece por ser grande mi temor al ser quien miedo padece siento un horrible terror.

Cuando el campo es descubierto y se sombras se reviste mi ser jamás lo resiste pues da pánico el desierto. Se torna mi paso incierto imaginación se crece y todo se me estremece por las ánimas errantes hallo fobias incesantes cuando la tarde anochece. II Diviso a la bruja horrible con su risa de ultratumba y escucho el crujir de tumba que estar cuerdo es imposible. Hay aleteo invisible se hace tremendo el pavor y se origina el horror de la gris monstruosidad, huyo de la oscuridad por ser grande mi temor. III Se oye el infernal gemido del aquelarre en acción y hay demoníaca ficción que acrecienta mi latido. Cual un ritual encendido el más allá prevalece cruel hechizo reaparece mientras nublado está el cielo, hasta se me crispa el pelo al ser quien miedo padece. IV Ocurre si en soledad no invoco al santo divino el ritual en mi camino de otro mundo es sin piedad. Todo es pura atrocidad atormenta a mi furor y para mi alma es dolor que prefiero el orbe diurno, es que en espacio nocturno siento un horrible terror. V Se acaba el temido rato si acaso prendiera luz o agarro la tierra en cruz el orbe se hace sensato. La calma vuelve inmediato se hace tierna la vertiente disfruto bruma presente de penumbra encantadora que ya ni extraño la aurora por el nocturnal ambiente.

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