Cuando a la cita no acudes
nace en mi alma un cruel temor
pienso que a mi ser eludes
por no afrontar nuestro amor.
Cada vez el tiempo es menos
donde unidos la pasamos
y es muy poco lo que hablamos
en tales ratos serenos.
Ya no hay instantes amenos.
de mentar tus aptitudes
conjugar todas virtudes
tras poético furor,
que hasta imagino lo peor
cuando a la cita no acudes
II
Impaciente espero el día
para escondidos juntarnos
y un instante acariciarnos
en honor a tu valía.
Al ver la sala vacía
donde alabo tu esplendor
me origina un resquemor
el porqué de tus demoras,
que mientras pasan las horas
nace en mi alma un cruel temor.
III
Me duele cada segundo
el minuto me atormenta
que ya nada me contenta
y en el miedo me confundo.
En mis sueños voy que me hundo
sin razón para que dudes
ni que en mi vida te escudes
porque mi cariño tienes,
más si al encuentro no vienes
pienso que a mi ser eludes
IV
Es un duro sufrimiento
Al no cumples con lo dicho
más no pienso que es capricho
sino un frío sentimiento.
Tu desconfianza presiento
pues genera desamor
es que ese algo de rubor
casi nunca lo sustentas,
que se me ocurre te ausentas
por no afrontar nuestro amor
V
Al prometerme visita
ansioso aguardo el momento
y se convierte en lamento
si tu ausencia es infinita.
Mi entraña presto se agita
el reloj es mi enemigo
como tu afecto persigo
bajo preceptos sagrados,
por estar muy separados
es un horrible castigo.