OJALÁ NO FUERA UN SUEÑO

Al dar lumbre a mi desierto
todo en mi es felicidad
sí de mi soñar despierto
solo tengo soledad.

Vestida de blanco traje
radiante con fino tul
bajo hermoso cielo azul
embelleces el paisaje.
Se resplandece el paraje
con los aromas del huerto
y al llegar a muy buen puerto
mi alegría se desprende,
pues tu imagen todo enciende
al dar lumbre a mi desierto.
II
Con tu inocencia tan pura
me acaricias suavemente
y yo te siento fielmente
el fragor de tu ternura.
Me entregas tu galanura
más allá de la amistad
iniciando en realidad
un amor casi divino,
al brindarme tu fiel trino
todo en mi es felicidad.
III
Al hacer de paz derroche
tu cabello fascinante
en su ondular deslumbrante
hay la más preciosa noche.
Haces trizas el reproche
con tu sonrisa en concierto
pues tu corazón abierto
siempre dice la verdad
pero más tengo orfandad
sí de mi soñar despierto.
IV
Me das todo tu embeleso
con palabras afectuosas
y por ser las más preciosas
te agradezco con un beso.
Toda mi dicha te expreso
en pos de fraternidad
me da bella eternidad
tu mirada cristalina,
más si el ensueño termina
solo tengo soledad.
V
En sutil melancolía
va llegando la mañana
y mi desdicha temprana
delega ruta vacía.
Por qué no estás reina mía
para poder abrazarte
embelesado arrullarte
como la primera vez,
dándote mi calidez
al saber no más que amarte.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *