LOZANÍA Y MARCHITEZ

Mientras tu vida florece
va la mía hacia el final
más por ti mi afecto crece
por tu luz espiritual.

Irradia tu juventud
todo un halo de ventura
y tú carisma asegura
desbordante excelsitud.
Si te agobia la inquietud
por lo que tu alma adolece
verás que desaparece
al seguirme paso a paso,
pero se acerca mi ocaso
mientras tu vida florece.
II
Yo al contrario ya he vivido
más es poco lo que he hecho
que hasta vivo insatisfecho
pues no todo se ha cumplido.
Recién contigo he tenido
una ayuda sin igual
me das tu calma especial
y mi ser se resucita,
mientras la tuya palpita
va la mía hacia el final.
III
Eres remanso feraz
en mi espacio turbulento
que al decirte lo que siento
tu cariño me da paz.
No eres un sueño fugaz
sino un haz que el viento mece
un crisol que resplandece
cuando te observo preciosa,
aunque vas muy temerosa
más por ti mi afecto crece
IV
A pesar de las barreras
no hago caso al infortunio
augurando un plenilunio
tendrás ruta verdadera.
Ofrendo mi fe sincera
sin la penumbra del mal
y con mi aurora otoñal
te daré serena dicha,
en ti nunca habrá desdicha
por tu luz espiritual.
V
No debes mostrar rubor
y enfrentemos el mañana
frente alegría galana
nos embargue el grato amor.
Si eres tú mi eterna flor
cual un manojo de espigas
por tanto, quiero que sigas
dándome amoroso aspecto,
que no hay el grandioso afecto
como el que tú me prodigas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *