Me iría del mundo errante
sufriendo mi cruel dolor
si no te quiero un instante
como dueño de tu amor.
Surcaré mares lejanos
tocaré distantes puertos
caminaré por desiertos
para olvidar mis desganos.
Seguro que en tales planos
empezaría a extrañarte
más por tratar olvidarte
evocaría tu ausencia,
al no tener tu presencia
me iría del mundo errante.
II
Cruzaré lagos y ríos
y los perpetuos nevados
por los valles olvidados
se oirán quejidos míos.
Entre parajes más fríos
donde no hay un resplandor
apagaré mi furor
sí a mi lado no estuvieras,
atormentado me vieras
sufriendo mi cruel dolor.
III
Si llegase tu partida
te juro que no soporto
el mundo sería corto
marchándote de mi vida.
Eres tú mujer querida
la de un afecto fragante
y por tu fuego constante
en tus ojos veo al cielo,
que existir ya no es mi anhelo
si no te quiero un instante.
IV
La dicha que tú me das
no hay en ninguna mujer
que sin buscar el placer
yo te adoro más y más.
Me das un norte verás
de tu fuente de esplendor
y en tu lírico fervor
logro el fin que más persigo,
pues sueño vivir contigo
como dueño de tu amor.
V
Perdido en mi realidad
no ansío andar por el mundo
lo que siento es muy profundo
y es por tu felicidad.
Si tu cariño es verdad
no es posible separarnos
más bien por vida juntarnos
en aurora placentera,
así del todo lo fuera
viviría para amarnos.
