Cuando se acerca la hora
que tenemos que encontrarnos
me impacienta la demora
por llegar acariciarnos.
Se hacen siglos los minutos
el segundo inaplicable
y la espera interminable
por mirar tus atributos.
Tus encantos absolutos
mi ser en pleno atesora
lo imagino sin demora
y mi existencia se agita,
que todo mi ser palpita
cuando se acerca hora.
II
A pesar que no te exijo
sufrimiento ya ni habría
si tu sentimiento guía
en tu ser marchase fijo.
Compartiría prolijo
el afán por contemplarnos
y a la pasión entregarnos
hasta quedar sin aliento,
pues voy en pos del momento
que tenemos que encontrarnos.
III
El tiempo si va pasando
obsesiona la tardanza
tu ausencia a mi ser alcanza
y hasta me va preocupando.
En mi entraña vas calando
al ser muy cautivadora
y por ser encantadora
sobre todo nos amamos,
como en algo coordinamos
me impacienta la demora.
IV
Al no cumplir tu promesa
me consume el desconsuelo
originando desvelo
sobre los hombros me pesa.
Es que no es una sorpresa
el instante de juntarnos
si está escrito el integrarnos
tras sendero positivo,
que desesperado vivo
por llegar a acariciarnos.
V
Cada cita es homenaje
a la forma de quererte
que me veo con la muerte
sino alegras mi paraje.
Vibra alegre mi bagaje
verte en rutas encendidas
unificando dos vidas
sin quimérico delirio,
es que se ha vuelto un martirio
solo vernos a escondidas.