Dedicarse a la enseñanza
sin real consideración
sólo queda la esperanza
de una pronta solución.
En Perú, el educador
padece así sea diestro
la vida del buen maestro
no resulta halagador.
Si el sueldo es nada a favor
una altura cómo alcanza
su saber poco lo afianza
con nueva tecnología,
sacrificio es hoy en día
dedicarse a la enseñanza.
II
Educar a juventudes
es sacerdocio sin duda
pero no recibe ayuda
a tantas vicisitudes.
En distintas latitudes
da servicio a la nación
y es una ingrata pasión
con poco agradecimiento,
así va con su talento
sin real consideración.
III
El profesor por ser guía
requiere comodidades
estudio de calidades
progreso con hidalguía.
Obtener la maestría
pero su meta no alcanza
y muy lejos de una alianza
no goza de estancia amena,
pero anular cruel condena
sólo queda la esperanza.
IV
Se evoca en tono fraterno
a los dueños del mandato
eviten este maltrato
y ya no se vuelva eterno.
Cómo asistir con buen terno
según pida la estación
si la remuneración
con la justa cubre el mes,
es preciso ante el revés
de una pronta solución.
V
Aparte de formación
imparte al joven valores
que sean ahorradores
cimentando educación.
Logren carrera y misión
de una inventiva sin par
innovación singular
que genere desprendida,
mejor calidad de vida
en completo bienestar.
VI
Siempre hay escazas vacantes
y al no conseguir ingreso
están logrando con eso
profesores ambulantes.
Hay que ubicarlos cuanto antes
crear puestos e incentivos
de acuerdo a los objetivos
y su aporte nacional,
pues al ser profesional
forja rumbos positivos.
