Con mi cariño profundo
perfumado igual que rosa
quiero ingresar a tu mundo
para que seas dichosa.

 

Las dudas de tu alma inquieta
quiero aclarar con mi afecto
al camino más perfecto
vayas por siempre sujeta.
Diseñarte justa meta
sin la luz del iracundo
y sin un rumbo infecundo
un nuevo cielo inventarte,
para fiel dicha ofrendarte
con mi cariño profundo.
II
Descubriré en tu regazo
los misterios terrenales
a tus nuevos ideales
les daré mi tierno abrazo.
Uniría con un lazo
a tu faz tan candorosa
con tu figura preciosa
al paraíso de arriba,
donde el día te reciba
perfumado igual que rosa.
III
De tu grácil sentimiento
yo quisiera formar parte
el universo ofrendarte
con la fuerza de mi aliento.
A tu horizonte al momento
darle un mañana fecundo
y no dejarte un segundo
sumida en la soledad,
en pos de esa gran verdad
quiero ingresar a tu mundo.
IV
Todo el secreto escondido
de la existencia fugaz
en un ámbito solaz
te lo haría conocido.
Es que contigo he sentido
una luz maravillosa
pues irradias majestuosa
un destello inmarcesible,
coronando lo imposible
para que seas dichosa.
V
De la miel de la existencia
que en tus años marcha ausente
a tu espíritu silente
te daré con insistencia.
Motivando tu conciencia
Entre el fuego de mi euforia
rebosaría tu noria
con mi brisa singular,
es que te haría un altar
en el cielo de la gloria.