Dos mil veintitrés termina
el año nuevo aparece
ojala que luz genuina
nos brinde de que amanece.
Con aciertos y reveses
tal vez éxitos y errores
junto a triunfos y dolores
ya se van los doce meses.
Algunos por intereses
mostraron su garra fina
más quien su infamia domina
a lo oscuro puso freno,
entre lo malo y lo bueno
dos mil veintitrés termina.
II
Como se ha hecho costumbre
no falta quien lo critica
y toda falla se indica
con sentida incertidumbre.
Más se precisa de lumbre
que no todo se aborrece
pues la dicha se merece
para no seguir sufriendo,
mientras se va despidiendo
el año nuevo año aparece
III
No hay que perder la esperanza
llenándose de optimismo
con el más feraz altruismo
más bien sirva de enseñanza.
Que se diga una alabanza
en pos de aura cristalina
y ser el que determina
el progreso que conviene,
brindándonos el que viene
ojala que luz genuina.
IV
En base a investigación
y puro conocimiento
que se motive al talento
de genuina proyección.
Diseñar la promisión
el sendero que enternece
con la paz que lo engrandece
propender a la unidad,
más dulce felicidad
nos brinde de que amanece.
V
Dar de baja a la ambición
pues le da un sitio a la guerra
prosperando siempre en tierra
infinita inspiración.
Tras deslumbrante visión
la fe surta real motivo
de anular lo negativo
que al dolo hasta lo eterniza,
siendo el ser que se humaniza
será un año positivo.
VI
No está perdido el futuro
sí en todos hay entereza
anulando la vileza
con justicia y amor puro.
Despejar el cielo oscuro
para fiel humanidad
y l surgir la sociedad
de horizonte soberano,
en tierno hogar del hermano
exista cordialidad.
