Décima libre
En homenaje a tu día
hoy me atrevo a recitarte
para así felicitarte
por brindarme tu ambrosía.
Das calor al alma mía
de tu singular presencia
al ser parte de tu esencia
prodigas orientación,
pues me brindas instrucción
con la voz de la experiencia.
II
Cuando enfermo de repente
de caricias hay derroche
me das una buena noche
previo un ósculo en la frente.
A pesar de lo exigente
surges noble y comprensivo
con espíritu creativo
das el más dulce consejo,
te vuelves en grato espejo
del afecto positivo.
III
Eres fuente de respeto
y motivo de confianza
más que nada la esperanza
de vencer el duro reto.
Con pensamiento concreto
bajo un clima de cordura
el mañana se procura
con fecundo bienestar,
brindas para nuestro hogar
todo un mundo de ternura.
IV
Siendo el padre tan querido
conductor de mi existencia
por ser tu preciada herencia
no tendrás jamás mi olvido.
Pones fin a mi gemido
con tu paternal arrullo
al silenciar el murmullo
para que concilie el sueño,
ante apreciable tu empeño
verte en casa es un orgullo.
V
Estoy viviendo el momento
de mis años de locura
sin que sea travesura
por la calle voy contento.
Si te causo algún tormento
o molesto a la mamá
porque ya no ocurrirá
no me niegues tu cariño,
recuerda que fuiste niño
inolvidable papa.