Cuando amarte era mi anhelo
creo que herí tu identidad
hoy ni un haz de tu amistad
me brindas como consuelo.
Por tu cálida expresión
y empatía desbordante
me enamoré en un instante
de tu noble corazón.
Más por tener relación
mi vibra rodó en el suelo
aun palpando tu hielo
que en mi ser causó una herida,
fue lo más bello en mi vida
Cuando amarte era mi anhelo.
II
Se derrumbó por doquier
mi castillo de ilusiones
que las tristes sensaciones
nublaron mi parecer.
Como ansío renacer
con eufórica bondad
es que en mí no hay realidad
y a ratos me desespero,
al decirte que te quiero
creo que herí tu identidad.
III
Si solo te confesé
la inmensidad de mi afecto
por ser intimo dialecto
a nadie le comenté.
Es un secreto de fe
de nosotros en verdad
y junto a mi soledad
tal recuerdo es fascinante,
más no me das al instante
hoy ni un rasgo de amistad.
IV
Yo de ti no me olvidado
y aunque tu eres mi ambrosia
mi silencio noche y día
confirma el hecho cerrado.
Más sueño estar a tu lado
para no tener desvelo
en confianza te revelo
no ansío cargar mi pena,
pues ni tu sonrisa amena
me brindas como consuelo.
V
Ojala que como ayer
tengamos la cercanía
sí hay espacio de armonía
mi fiel calma ha de volver,
Por eso grata mujer
de infinitas magnitudes
comparte tus aptitudes
pues por fuente de inquietudes
eres espacio de gloria,
que mereces la victoria
por ser dama de virtudes.