No hay que recorrer el mundo
justificando existencia
se forja un albor fecundo
cultivando en lar, esencia.
Es hermoso el universo
que merece ser soporte
si el humano le da un norte
elimina el rumbo adverso.
Quien recorre el orbe terso
cual si fuera un errabundo
o por no estar furibundo
visita y saber no afianza,
sin efectiva enseñanza
no hay que recorrer el mundo.
II
Hay el ser que está en su casa
sin un afán halagüeño
es que el orden hogareño
con su inconducta lo arrasa.
A toda norma desfasa
no valora residencia
incluso a la descendencia
marchando solo al instante,
´pr eso viaja constante
justificando existencia.
III
El que no tiene talento
de acuerdo a la vocación
crearlo es la solución
delegando buen cimiento.
Tal actitud al momento
ocupa un tiempo al segundo
y hasta el ser meditabundo
llega a las indagaciones,
e investigando versiones
se forja un albor fecundo.
IV
Si se conserva un hogar
con todas las de la ley
el conductor es cual rey
que da aporte singular.
Del entorno familiar
es líder, guía en potencia
Atiende, cuida ante urgencia
viendo el presente y futuro,
se logra el afecto puro
cultivando en lar, esencia.
V
Hacer caso a la costumbre
pues la vivienda es cual templo
el ocupante un ejemplo
cuya unidad se vislumbre.
Vallan juntos a la cumbre
tras derrotero a conciencia
brinde el lazo competencia
y no siendo quien promete,
a la sangre se respete
por divina y real herencia.