Con orgullo afirma ser
moqueguano de Estuquiña
al pasado un ojo guiña
rememorando el ayer.
A lo añejo da poder
evocando en su expresión
deja raudo una lección
por su sentido galano,
fue alumno bolivariano
Lucho Salas Alarcón.
II
Estudio la medicina
en el país argentino
y la décima con tino
fue la trova de real trino.
Forjo su orbe cristalino
por su tan muy noble meta
más como su paso aprieta
previo estudio emite calma,
tanto al físico y el alma
al ser médico y poeta.
III
Quedo lejos, caminatas
y juegos con la pelota
o por el valle que trota
por cualidades innatas.
Otras tardes surgen gratas
entre un ámbito de esteta
en creativa faceta
irradia sutiles lumbres,
en honor a las costumbres
del versar tiene receta.
IV
Ha ejercido su carrera
en hospital de Cuajone
al dar servicio propone
una salud de primera.
Por el minero se esmera
brindándole curación
Y hay muy leal recordación
de toda esa linda gente,
juntan pasado y presente
que conquista el corazón.
V
Hizo gala de escultor
a la queñua fue tallando
y con sus obras brillando
por su artístico furor.
Imágenes dan candor
con tan vibrante destreza
trasmiten sutil grandeza
pues sus manos le dan vida,
comparten luz encendida
de una mágica realeza.
VI
Por raíces familiares
como el “mocho” es nombrado
desde antes ya es llamado
entre amigos singulares.
Hoy prosigue sus andares
compartiendo poesía
con estilo y ambrosia
canta a la tierra del sol,
es que Lucho es un crisol
de moqueguana valía.