Por tu falta de ambrosía
al no existir el candor
hay en ti melancolía
como de marchita flor.
Se muy bien de tus candiles
con sonrisa contagiante
pues lucías elegante
tus encantos tan sutiles.
Eran mágicos perfiles
y de feraz lozanía
que afloraba tu valía
del umbral de tu presencia,
más no hay vibra en tu presencia
por tu falta de ambrosía.
II
De tu fuente de hermosura
emanabas realeza
asombraba tu grandeza
con ferviente galanura.
Eres más que preciosura
en tiempo multicolor
y mostrabas resplandor
que hoy en ti es más distante,
hay frialdad en tu semblante
al no existir el candor.
III
De tu sensible silueta
aún hay algo en tu figura
pero tu real donosura
al vacío está sujeta.
Caminas firme a tu meta
haces gala de valía
y muy opaca es tu vía
que a ratos desapareces,
aunque sonríes a veces
hay en ti melancolía.
IV
Brindas tu desprendimiento
con la fuerza del ayer
y convidas por doquier
el fulgor de tu talento.
Trasmites conocimiento
con denodado esplendor
es que tú eres lo mejor
aun sin sentir solaz,
pues tristeza hay en tu faz
como de marchita flor.
V
Ingresar en ti quisiera
y llegar a tu raíz
¿por qué cambió tu matiz
de jardín en primavera?
Hay la razón verdadera
de tu panorama incierto
escudriñando en tu puerto
crearte una alma bravía,
siendo fuente de energía
como lluvia en el desierto.
VI
En ti vibre solución
nada es eterno en la vida
si el tiempo te dilapida
no hacer caso a la presión.
Tras lucha de corazón
generar algarabía
y con tu fuerza bravía
hacer camino feraz,
más de tu aura dame un haz
para forjarte alegría.