El dolo que al pueblo aqueja
no hay más cierta explicación
por la ambicia que no deja
vive entre la corrupción.
Quien al cielo lanza un grito
sabiendo del inmoral
ya no se asombre el mortal
nunca es nuevo el vil delito.
No es un suceso inaudito
su antigüedad la refleja
y a pesar que se aconseja
existe en toda nación,
naciendo de la obsesión
el dolo que al pueblo aqueja.
II
Por las ansias de poder
el tener en cantidad
se pierde la calidad
tras desfase por doquier.
Hay quien lo hace por placer
aprovechando ocasión
y si llega la elección
apoya a los indeseables,
es que al ser todos culpables
no hay más cierta explicación.
III
El que es todo un lapidario
su codicia la revierte
que si en política invierte
se transforma en millonario.
No es por nada solidario
su futuro lo bosqueja
busca la infame pareja
muy hincha de la patraña,
junto al de misma calaña
por la ambicia que no deja.
IV
Del aparato estatal
es una forma de ingreso
tornándose en embeleso
su visión delincuencial.
Bien lo sabe que hace un mal
mas no tiene corazón
pero habiendo la excepción
se acopla a turbia corriente,
hasta la gloria excelente
vive entre la corrupción.
V
Es común en los sectores
moverse por el dinero
la coima siempre es primero
y variedad de favores.
Quien no acepta sus albores
sí a denunciarlo se atreve
su propia hiel se la bebe
sin la cordura a favor,
hay por eso el elector
votando por quien no debe.
VI
Corrompido está el ambiente
ante muy lenta justicia
lo que abunda es la malicia
y el futuro es deprimente.
Ante horizonte indolente
de visible oportunismo
al ser duro antagonismo
la reforma es esencial,
si no hay un cambio mental
seguiremos en lo mismo.
