Ante el delito evidente
de comprobada inconsciencia
hay quien lo avala inocente
por interesada esencia.
En el humano redil
siendo innegable la falta
hay quien pureza resalta
desenlodando el perfil.
Se eleva desde su atril
y lo limpia al decadente
de golpe se pone al frente
defendiendo al aludido,
es más que un desentendido
ante el delito evidente.
II
El allegado al causante
en medios de difusión
discrepa la acusación
y lo trata de farsante.
Se hace el lío impresionante
aflora la incompetencia
hasta existe displicencia
de todo lo que adolece,
si la condena merece
de comprobada inconsciencia.
III
Se tiene un punto de vista
muy ajeno de la ley
y lo interpreta la grey
de una manera imprevista.
Permitido es que se insista
en alegato frecuente
creándose toda fuente
que resulta inexplicable,
sabiendo que es el culpable
hay quien lo avala inocente.
IV
Así no tenga razón
a todo le da salida
y beneficio convida
según su interpretación.
Más no falta la objeción
producto de la eficiencia
pues habiendo inconsistencia
hay la duda en cada trecho,
que por el ruin saca pecho
por interesada esencia.
V
Al que castigo ya tiene
se acepta defensoría
y el juicio toma la vía
que por nada se detiene.
El contrario apela y viene
continuando lo imposible
ante el caso inentendible
más parece negociado,
defiende al ya sentenciado
cuando la falta es visible.
VI
Por no alargar el proceso
respetar a la justicia
y con moral y pericia
no caer en el exceso.
Con el más puro embeleso
equidad en toda acción
que haya la resolución
sin fanática verdad,
brindando imparcialidad
para justa decisión.