Brindar reconocimiento
al que hiere a la región
si no hay virtud ni talento
es errada decisión.
Valorar intelectuales
debe ser por real motivo
y jamás al negativo
darle alturas siderales.
Por conveniencias reales
se le da cima al portento
más si no tiene sustento
para que tanto furor,
sí es realista labor
brindar reconocimiento.
II
Quien a la patria traiciona
no más que por su avaricia
nunca es persona propicia
a acaso se galardona.
Jamás ser quien ovaciona
sí origina indignación
más merece la prisión
por su increíble defecto,
premiarlo en nada es correcto
al que hiere a la nación.
III
Nublado por el poder
o errada apreciación
quien pone una condición
origina un padecer.
Por su injusto proceder
que da cabida al tormento
merece aborrecimiento
y no llenarlo de flores,
más no se le rinda honores
si no hay virtud ni talento.
IV
Hay la autoridad vacía
que entre su ambición se escuda
como a su grupo le ayuda
se le otorga nombradía.
Aunque no tenga valía
le connotan nula acción
y al asignarle mención
la norma empieza a caerse,
pues tal acto cometerse
es errada decisión.
V
Lo que el pueblo no se explica
que nobles instituciones
le coloquen galardones
a quien moral nunca aplica.
Por nada se justifica
que al autor de algún revés
condecorado hoy es
sin que se aclare el factor,
siendo un pago ante el favor
o por algún interés.
VI
Prevalezca la cordura
sobre todo justicia
sin alabar la impericia
pues denota senda oscura.
Analizar con mesura
y al de fiel realización
perennizar su actuación
por digno que se le aclame
más si el electo es infame
que le caiga la sanción.