Quien más el oro atesora
de un territorio casual
en lo mínimo valora
al fulgor intelectual.
Hay seres sin corazón
que gozando de poder
no valora el proceder
del que luce creación.
Solo ve su condición
y la ganancia que adora
pero piensa a toda hora
en el preciado metal,
más mira lo material
quien más el oro atesora.
II
El envarado realmente
del alto puesto se adueña
y en su despliegue se empeña
así no sea eficiente.
Por la suya marcha al frente
aun no siendo ni esencial
y sin esfuerzo cabal
en todo marcha primero,
apropiándose dinero
de un territorio casual.
III
Por el lugar dónde vive
todo ve superficial
y no sabe del caudal
de la persona que escribe.
Al que ideales exhibe
no le brinda suave aurora
su senda no lo decora
ante nulo fundamento,
que al connotado talento
en lo mínimo valora.
IV
Frente a espacio de cultura
no denota real apego
y lo mira como al fuego
todo arte y su preciosura.
En su entraña no apertura
un abierto pedestal
ni proporciona un sitial
permitiendo que vislumbre,
pues no le otorga la cumbre
al fulgor intelectual.
V
Gente sin identidad
crecimiento no propende
e impedir solo pretende
la generosa bondad.
Solo finge la amistad
pues su ego lo embelesa
y no causa ni sorpresa
el repunte de su exceso,
asegurando su ingreso
lo demás no le interesa.
VI
Camuflando su egoísmo
no reluce convicción
y trunca la proyección
por su vano oportunismo.
Crea pronto antagonismo
pues del orbe es uno más
creyéndose que es un as
disimula su inquietud,
siendo vana su ineptitud
al no ser nada verás.