Por tu imagen de lucero
nada es cielo sin tu lumbre
das a mi alma derrotero
para sentirme en la cumbre.
De las que no hay comúnmente
eres joya femenil
y tu divino perfil
luce estampa convincente.
Tu palabra dulcemente
es música del sendero
haciendo propio un febrero
desde tu halo de ternura,
brillando tu esencia pura
por tu imagen de lucero.
II
Despiertas la expectativa
de un mundo por nada visto
y desde el tiempo que existo
la admiración me motiva.
Tu vibración incentiva
hace que dicha vislumbre
más tu presencia deslumbre
destruyendo los quebrantos,
que por todos tus encantos
nada es cielo sin tu lumbre.
III
Muy seguro haces me sienta
con tu amable compañía
y tu sentido me guía
que mi entraña se contenta.
Tu noria fiel representa
al cariño verdadero
más por ser prado en enero
destellas grato candil,
pues con tu aurora sutil
das a mi alma un derrotero.
IV
Por tu sin par atributo
de una dama exuberante
brindas entorno fragante
con embeleso absoluto.
Me das campo resoluto
donde no hay incertidumbre
y lejos de pesadumbre
eres rumbo necesario,
compartiendo corolario
para sentirme en la cumbre.
V
Mi ruta la patentizas
por tu horizonte de apego
a tus latidos me entrego
pues mi senda perennizas.
Mi llama ardiente la atizas
con tu aurora sin cesar
en tu ser hallo lugar,
para mi empeño mostrarte,
más me permites soñarte
que no quiero despertar,
V
Solo falta libremente
me delegues real afecto
el entorno más perfecto
que nos una totalmente.
Comprendamos tiernamente
y del todo acariciarnos
con vida plena abrazarnos
hasta en dulce amanecida,
priorizando sin medida
los instantes para amarnos.