Quien no valora al talento
estando de autoridad
no es un idóneo elemento
el que ordena en la ciudad.
Hay saber de luz suprema
de una académica fuente
y el innatismo excelente
que soluciona el problema.
Si hay vacío en el sistema
con feraz desprendimiento
analiza el mal momento
buscándole una salida,
por eso duda convida
quien no valora al talento.
II
No asegura consistencia
pues si se trata de sabios
resulta mienten sus labios
así sea una eminencia.
Es que asume la inconciencia
junto a su mediocridad
le aflora su mezquindad
provocando duro roce
que no se le reconoce
estando de autoridad.
III
Por supuesto que no todos
son sabiondos de verdades
hay quien no luce bondades
al ser fruto de acomodos.
Existen distintos modos
de tener conocimientos
y el que no tiene cimiento
es un baluarte casual,
más por lucir informal
no es un idóneo elemento.
IV
Si se tiene un gobernante
que al valor no cataloga
en su laguna se ahoga
y se le llama farsante.
Pues si peca de arrogante
es nulo en la sociedad
por su nimia calidad
carece hasta de cultura,
siendo muy parcial figura
el que ordena en la ciudad.
V
Hay intelecto especial
que afirma que todo sabe
pero no tiene la clave
para un cambio general.
Tan solo busca un sitial
para sacarle provecho
y por siempre insatisfecho
no sabe ni lo que quiere,
más como nada sugiere
se extravía en todo trecho.
VI
De todo existe en la villa
que merece observación
el de falsa creación
y el baluarte maravilla.
Surge quien sin oro brilla
el gran docto que se opaca
pero hay quien un lauro saca
con méritos naturales,
más por nuevos ideales
es el ser que más destaca.
